El magnate y expresidente de Estados Unidos Donald Trump cambió de parecer y no testificará en su propia defensa el lunes en el juicio por fraude fiscal que se adelanta en Nueva York, al afirmar que no tiene «nada más que decir».

El multimillonario, de 77 años, publicó la sorpresiva declaración en su red Truth Social el domingo agregando que «ya testificó a todo» en el juicio en curso contra él, sus hijos mayores Don Jr y Eric, y otros ejecutivos de la Trump Organization. 



El mes pasado, Trump respondió a un interrogatorio de la fiscalía que lo acusa de exagerar el valor de sus propiedades por miles de millones de dólares para obtener un tratamiento más favorable en la solicitud de préstamos bancarios y términos de aseguradoras.

El 6 de noviembre, durante cuatro horas se enfrentó a los fiscales y en ocasiones fue reprendido por sus enconadas respuestas por el juez Arthur Engoron, quien le advirtió que «este no es un mitin político».



El domingo, Trump dijo que ya había testificado de forma «muy exitosa y conclusiva» en el caso.

El imperio inmobiliario de Trump está en riesgo por la demanda civil presentada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, al igual que por otras serias acciones legales que enfrenta antes de las próximas elecciones presidenciales.

Incluso antes de los argumentos de apertura, Engoron dictaminó que la oficina de James ya había mostrado «evidencia concluyente» de que Trump había sobrevalorado su patrimonio neto en documentos financieros por entre 812 y 2.200 millones de dólares entre 2014 y 2021.

Por tanto, el juez ordenó la liquidación de las compañías que administraban los activos en cuestión, como la Trump Tower y el rascacielos 40 Wall Street en Manhattan, una decisión que está en apelación.

A diferencia de algunas de las batallas legales de Trump -incluyendo el caso criminal en su contra en el que se le acusa de conspirar para anular las elecciones de 2020- la demanda presentada por la demócrata James no conlleva riesgo de pena de prisión.

Desde el inicio del juicio, el 2 de octubre, el magnate republicano ha denunciado una «cacería de brujas».

El juicio continuará sin su testimonio y se espera una sentencia para finales de enero.