Un narcotraficante organizó desde prisión dos conciertos de artistas de renombre en Venezuela, informó la fiscalía de Caracas, que abrió una investigación después de «irregularidades» en una de las presentaciones.
Un show del cantante estadounidense de bachata Romeo Santos en una base militar en Caracas destapó el escándalo: previsto para las 20H00 (00H00 GMT) del domingo, comenzó a las 04H00 del lunes cuando muchos de los espectadores ya se habían ido.
El fiscal general Tarek William Saab anunció una investigación contra las promotoras del concierto que «agraviaron y abusaron de la buena fe de la fanática del cantante».
Y señaló que «las pesquisas iniciales identificaron que el presunto responsable de la organización del concierto es Juan Carlos Araujo Duran, quien está detenido y enjuiciado por ser el dueño de una aeronave capturada con 459 kilos de cocaína en el 2015 en República Dominicana».
Araujo cumple condena por narcotráfico en el Internado Judicial El Rodeo II, a unos 53 kilómetros de Caracas, y, según Saab, contó «con la complicidad interna de su lugar de reclusión».
«También habría estafado a los organizadores del concierto de Anuel celebrado el pasado mes de marzo», añadió el fiscal, que indicó que el narco usaba estas empresas para «legitimar capitales».
El director de El Rodeo II «ya se encuentra privado de libertad por hechos de corrupción», indicó el fiscal.
El gobierno de Venezuela impulsó en los últimos meses un plan de ocupación de centros de reclusión para retomar su control de pandillas, que los usaban para coordinar redes de extorsión y narcotráfico.
El Rodeo II no está entre las cárceles intervenidas.
Romeo Santos se disculpó con el público al subir al escenario. Dijo que fue una «irresponsabilidad y una falta de respeto hacia ustedes el público, hacia mis músicos, mis técnicos y este servidor».
«Llevo 26 años de trayectoria (…) nunca le he faltado el respeto a mi público, nunca he llegado tarde», remarcó.