Las autoridades de Venezuela liberaron este miércoles a 21 «presos políticos» -ocho estadounidenses y 13 venezolanos, como parte de un «canje humanitario» con Washington, que puede incluir a Alex Saab, señalado de ser testaferro del presidente Nicolás Maduro.
María Alejandra Poleo, abogada de la Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia, informó a la AFP que hasta el momento 21 personas habían sido liberadas, «ocho americanos y 13 venezolanos».
Más temprano, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que esperaba «buenas noticias» sobre sus connacionales presos en Venezuela, con el que Washington ha tenido acercamientos pese a no tener relaciones diplomáticas formales.
«Queremos asegurarnos de que nuestros compatriotas estadounidenses sean liberados. También nos centramos en los presos políticos en Venezuela y tratamos de garantizar su liberación», declaró Blinken a periodistas.
«Tenemos mucho trabajo en marcha en ambos frentes en este momento. Y esperamos tener buenas noticias para compartir, probablemente hoy más tarde».
Catar aseguró por su parte que medió en el acuerdo como parte de un proceso para «explorar áreas en las que las relaciones pueden mejorar». «Esas conversaciones han sido productivas, y el último resultado ha sido el intercambio de prisioneros», dijo un portavoz a la AFP.
– Acusados de conspiración –
Entre los liberados están los estadounidenses Luke Alexander Denman y Airan Berry, que cumplían una condena de 20 años por una fallida incursión armada en Venezuela en 2020.
También está Savoi Jadon Wright, acusado de formar parte de una trama para «conspirar» en un intento de boicot contra el referendo que realizó el domingo Venezuela en medio de una centenaria disputa territorial con la vecina Guyana, en el que se aprobó crear una provincia venezolana en el área.
La liberación de Saab, que responde a un juicio por lavado de capitales en Florida, no fue aún confirmada por Estados Unidos o Venezuela.
Ana Leonor Acosta, también integrante de la coalición, dijo no obstante que la liberación de estas personas forma parte de un «canje humanitario», que incluye al empresario colombiano, a quien Maduro le otorgó la nacionalidad venezolana y un título de embajador.
«Estamos felices por las familias de Luke, de Airan, y de los otros estadounidenses que se encontrarán el día de hoy. Sin embargo, pedimos la libertad de los 290 presos políticos que aún quedan en Venezuela», dijo en un video publicado en la red social X.
Entre los venezolanos liberados está un grupo de sindicalistas detenidos en julio de 2022 en medio de manifestaciones por aumentos salariales y que habían sido condenados a 16 años de prisión en un juicio por «conspiración» y «asociación para delinquir».
También figura Roberto Abdul, miembro de la ONG Súmate, que organizó las primarias opositoras, acusado de «traición a la patria» y «conspiración con una potencia extranjera».
– Saab, ficha de canje –
Saab fue extraditado de Cabo Verde a Estados Unidos en octubre de 2021. La fiscalía estadounidense lo acusa junto a su socio, Álvaro Pulido, detenido en Venezuela en otra trama de corrupción relacionada con la estatal PDVSA, de transferir 350 millones de dólares obtenidos ilegalmente en Venezuela para blanquearlos a través de Estados Unidos.
El arresto y extradición de Saab a Estados Unidos enfureció al gobierno venezolano, que asegura que el empresario ejercía labores de enviado especial de Caracas en el momento de su detención y que la justicia estadounidense no había respetado su inmunidad diplomática.
Saab se acabó convirtiendo en una moneda de cambio para Maduro, que ha exigido su puesta en libertad para desbloquear y avanzar en un proceso de negociaciones con la oposición, que media Noruega.
De hecho, la mesa fue suspendida en 2021 por la extradición de Saab y retomada hace poco en medio de presiones desde Washington, que hoy día tiene canal directo de comunicación con Maduro, pese a no tener relaciones formales desde hace más de cuatro años.
En octubre, como parte de la mesa de diálogo, el gobierno y la oposición acordaron fijar las elecciones presidenciales en el segundo semestre de 2024 con observación internacional y crear un mecanismo para levantar inhabilitaciones políticas.
Estados Unidos en respuesta levantó de forma temporal un embargo petrolero impuesto en 2019.