Al menos 2.056 menores fueron víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica en España, según una auditoría realizada por un despacho de abogados a solicitud de la institución religiosa, señaló un documento divulgado este jueves.
Esta cifra está muy por debajo de la estimación de un informe de una comisión independiente coordinada por el Defensor del Pueblo (ombudsman), divulgado a finales de octubre, según el cual el número de víctimas podría ser superior a los 200.000.
La cifra de la auditoría – que el despacho entregó a la Conferencia Episcopal (CEE) el fin de semana pasado, casi dos años después de habérsela encargado – está incluida en la actualización de un documento sobre las medidas tomadas por los religiosos frente a los abusos a menores.
Sin embargo, la CEE no ha hecho pública todavía en su integridad la auditoría, lo que se ha comprometido a hacer en una fecha futura.
«En conclusión, de las denuncias se deducen un mínimo de 2.056 víctimas, aunque es objetivamente evidente que el número es superior», señaló la CEE en su documento, citando al informe del despacho Cremades & Calvo Sotelo.
La auditoría, que da cuenta de 1.383 denuncias «desde el año 1905 a la actualidad», pero no cifra el número de religiosos que habrían cometido los abusos sexuales, especifica que el perfil de las víctimas «es mayoritariamente masculino», que los abusos se cometieron principalmente en «colegios y seminarios» y a manos de sacerdotes o profesores.
La CEE encargó la auditoría – la primera investigación sobre el tema que realiza la Iglesia católica española, señalada por años de opacidad por las víctimas – en febrero de 2022, y en principio tenía como plazo un año, pero acabó retrasándose.
El informe de la comisión independiente coordinada por el Defensor del Pueblo (ombudsman) recogió una encuesta según la cual un 0,6% de la población adulta española (más de 200.000 personas de un total entonces de 39 millones) afirmó haber sufrido abusos sexuales por religiosos católicos cuando eran menores.
La cifra aumenta a 1,13% de la población adulta (equivalente a más de 400.000 víctimas) si se cuentan los abusos cometidos por laicos en ámbitos religiosos, católicos o de otras confesiones.
El informe de Cremades & Calvo Sotelo recomienda a la CEE «reconocer el daño producido», tomar «medidas de prevención» para evitar su repetición y brindar a las «víctimas recursos de calidad para la reparación de su daño».
La CEE afirma que ha instaurado protocolos de actuación ante abusos, oficinas «de protección de menores» y que ya ha reparado a algunas víctimas.
España es un país con una arraigada tradición religiosa, donde alrededor del 55% de la población se identifica como católica y donde 1,5 millones de niños estudian en unas 2.500 escuelas católicas.
A diferencia de Francia, Alemania, Irlanda, Estados Unidos o Australia, hasta los estudios recientes España nunca había llevado a cabo una investigación sobre la pederastia en el clero.