La fe y los milagros cumplidos hacen que la señora Elena Aquino Betances acuda desde hace 40 años al Cristo de los Milagros, en el municipio Bayaguana, provincia Monte Plata.

Desde pequeña, sus padres le inculcaron que tanto el Cristo de los Milagros como la Virgen de la Altagracia pueden cumplir sus deseos, sanar sus dolores y poner abundancia «de cualquier cosa» en su vida.



Además de acudir este 28 de diciembre al Santuario Santo Cristo de los Milagros, la señora Elena va cada 21 de enero hacia la Basílica de Higüey, provincia La Altagracia.

Destaca el Diario Libre ella reside en Hato Mayor y acudió a Bayaguana desde tempranas horas de la mañana a presentar su vida al santo y a pedir por ella y por su familia.



Expresó que está tradición la ha llevado por años al igual que sus hermanos y muchos de sus familiares. Indicó que mientras vida tenga, asistirá y cumplirá con su promesa de llegar allí aunque no tenga las fuerzas.

«Después de eso nunca he dejado de venir ni aquí (en Bayaguana) ni a La Altagracia en Higüey. Siempre vengo como sea, puedo estar como sea», manifestó mientras realizaba la entrega del velón como ofrenda.

Al igual que la Elena, la señora Erminda Méndez narró que empezó a creer aún más en el Cristo de los Milagros en su adolescencia ya que presentaba un dolor fuerte en la parte baja de su pelvis y que sólo al acudir a este templo pudo mejorar.

«Ese dolor desapareció», dijo con su rostro alegre.

Erminda manifestó que acudirá al santuario a darle Gracias al Cristo de los Milagros, mientras tenga vida.