Los precios mundiales de los alimentos bajaron un 13,7% en 2023 respecto al año anterior, con una marcada caída de los aceites vegetales y los granos, informó el viernes la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El índice de precios de los alimentos de la FAO, que mide la variación de los precios internacionales de una canasta de productos básicos, disminuyó un 15,4% en el año para los granos «a raíz del buen abastecimiento de los mercados mundiales», contrastando con la subida de precios de 2022 vinculada a la guerra en Ucrania.
Sin embargo, los precios del arroz registraron un aumento anual del 21% en 2023, debido en gran parte a la preocupación del efecto del fenómeno meteorológico El Niño y a las consecuencias de las restricciones a la exportación impuestas por India.
La mayor caída correspondió a los aceites vegetales, cuyo índice de precios disminuyó un 32,7% en el año respecto a 2022.
Este descenso continuó en diciembre, especialmente por la caída de los precios del aceite de soja «a consecuencia de la desaceleración de la demanda del sector del biodiésel, así como de la mejora de las condiciones meteorológicas en algunas partes de las principales regiones productoras del Brasil», precisó la FAO.
El azúcar fue el único producto que escapó al descenso anual general con un aumento del 26,7% en el año, aunque ha empezado a disminuir: en diciembre, el índice bajó un 16,6% respecto a noviembre, alcanzando su «nivel más bajo de los últimos nueve meses».
El desplome de los precios del azúcar «obedeció principalmente al ritmo dinámico de la producción en el Brasil» y a «la decisión del gobierno de la India de limitar el uso de caña de azúcar para la producción de etanol», añadió la FAO.