Una caída desde casi 5,000 metros y sigue funcionando. Es la historia de un teléfono móvil que cayó desde el Boeing de Alaska Airlines que se abrió en pleno vuelo el viernes en Estados Unidos y que indignaría a cualquiera que ha visto su celular romperse a solo un metro del suelo.

Un internauta contó el domingo en X, antes Twitter, que había encontrado un iPhone en el arcén de una carretera cerca de Portland, en el estado de Oregón, en el que en la pantalla se podía ver un correo electrónico de la aerolínea sobre el equipaje.



«Todavía en modo avión, con la batería medio llena», escribió Seanathan Bates en X, fascinado por haber encontrado un dispositivo que había «sobrevivido a una caída de unos 5,000 metros perfectamente intacto».

«Gracias por su ayuda», escribió el lunes en la misma red Jennifer Homendy, directora de la agencia estadounidense de seguridad en el transporte (NTSB), que investiga el incidente. «Me gustaría mucho conocerle».