Los bajos niveles de un río revelaron una serie de caras de hace más de un milenio
El Amazonas, en los últimos años, se ha enfrentado a una serie de problemáticas climáticas. Entre ellas las sequías y la baja en los niveles de sus cuerpos de agua. Por ello, fueron halladas unas caras de aspecto minimalistas talladas en rocas que antes estaban cubiertas por agua.

Esto sucedió donde el Río Negro desemboca en el Amazonas, cerca de la ciudad de Manaos al norte de Brasil. Anteriormente, otros rostros tallados con características similares a las descubiertas recientemente, habían sido reveladas por las mismas razones.



«En 2010, se descubrieron grabados en este sitio en particular. Aunque ya habían sido registrados, ahora han vuelto a aparecer y se han identificado más a fondo. Esto gracias al empeoramiento de la sequía», mencionó la historiadora Beatriz Carneiro para AFP.

Los aparentemente simples rostros



Michael Dantas / AFP

Según AFP, se estima que estas decenas de rostros descubiertos tienen una antigüedad de aproximadamente dos mil años. Todos muestran similitudes y alguien los grabó de manera relativamente sencilla, ya que no presentan el mismo nivel de detalle que otros hallazgos milenarios.

Sin embargo, sus sencillos detalles permitieron especular sobre su uso y acercarnos al estilo de vida precolombino de la zona. Además de sus trazos rectos o circulares, así como las inexpresivas caras grabadas, las piedras tienen surcos que indicarían que alguien las usó para afilar armas.

Michael Dantas / AFP

«La caras guardan una gran relevancia arquelógica. El sitio expresa emociones, sentimientos. Aunque sea un registro grabado en roca, tiene algo en común con el arte contemporáneo», mencionó el arqueólogo Jaime Oliveira para el Instituto Brasileño de Patrimonio Histórico.

La sequía en el Amazonas
Aunque el hallazgo de las caras podría significar una noticia postiva para el conocimiento histórico del Amazonas, en realidad es muestra de las condiciones negativas que el cambio climático ha provocado en la selva tropical más grande del planeta.

«Llegamos, miramos los grabados y pensamos que son hermosos. Pero al mismo tiempo, es preocupante. También pienso en si este río existirá en 50 o 100 años», mencionó Livia Ribeiro, una local de la zona.

Además, los expertos atribuyen el cambio en las condiciones climaticas a El Niño, un fenómeno del océano Pacífico tropical que provoca temperaturas por encima de la media en la superficie del mar.

La sequía que atraviesa el Amazonas provocó que los niveles de agua llegaran a su punto más bajo desde hace 121 años. Esto es especialmente problemático considerando que comunidades cercanas a los cuerpos de agua dependen de ellos.

Este texto fue escrito por Iñaki Arriola, periodista mexicano interesado en la cultura urbana, el arte y su convivencia con la naturaleza. Colabora como redactor en National Geographic en Español