El Departamento de Estado de Estados Unidos se declaró este martes «extremadamente preocupado» por la violencia ligada al narcotráfico en Ecuador, que ha llevado al presidente del país suramericano a declarar una situación de «conflicto armado interno» y desplegar militares en las calles.
«Extremadamente preocupado por la violencia y los secuestros en Ecuador», escribió en la red social X el jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, Brian Nichols.
Estados Unidos «condena estos ataques descarados», completó un portavoz del Departamento de Estado.
«Estamos en estrecho contacto con el presidente (Daniel) Noboa y el Gobierno ecuatoriano y estamos dispuestos a prestar asistencia», añadió esa fuente.
Noboa ordenó el martes la «neutralización» de una veintena de grupos criminales a los que tildó de «organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes».
El decreto fue dado a conocer luego de que hombres armados y encapuchados entraron al canal TC Televisión en Guayaquil (suroeste) cuando periodistas transmitían en vivo un noticiero, lo que provocó una dramática situación que se extendió al menos por 30 minutos hasta que intervino la policía.
Desde hace dos días Ecuador vive jornadas de terror a raíz de la fuga de una cárcel de Adolfo Macías, alias Fito, jefe de Los Choneros, la principal banda criminal del país.
En respuesta, Noboa implantó el estado de excepción en todo el territorio, incluidas las penitenciarias, convertidas en centros de operaciones del narco.
Ubicado en medio de Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de cocaína, Ecuador pasó de ser una isla de paz a un fortín de guerra del narco. El 2023 cerró con más de 7.800 homicidios y 220 toneladas de droga incautadas, nuevos récords en la nación de 17 millones de habitantes.