Cada vez más navíos de todo el mundo evitan el canal de Suez debido a la proliferación de ataques de rebeldes hutíes de Yemen, un golpe para Egipto en momentos que enfrenta su peor crisis económica.
Datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) indican que el volumen transportado por el canal cayó 35% la semana pasada, comparado con el mismo período de 2023.
Al mismo tiempo, el volumen transitado por el cabo de Buena Esperanza, por la costa sudafricana, subió 67%.
«Todos los navíos de Maersk que deben transitar por el mar Rojo y el golfo de Aden serán desviados al sur, por el cabo de Buena Esperanza», indicó el gigante danés del transporte marítimo el 5 de enero.
El mismo día, el vicealmirante estadounidense Brad Cooper dio a conocer «25 ataques contra buques mercantes» en poco menos de dos meses.
Desde el inicio de la guerra el 7 de octubre entre Israel y el movimiento islamista Hamás en la Franja de Gaza, el ejército israelí bombardea incesantemente el territorio.
Para apoyar a Gaza, los hutíes proiraníes y antiisraelíes aumentan los ataques en el mar Rojo contra navíos comerciales que consideran vinculados a Israel.
Alrededor de 12% del comercio mundial transita por la estrecha franja de mar que va de Yemen a Egipto, según la Cámara Naviera Internacional.
El 17 de diciembre, la autoridad del canal de Suez reconoció que 55 barcos fueron impedidos de transitar.
En la medida que las patrulleras de la coalición marítima internacional en el mar Rojo, dirigida por Estados Unidos, no logran dar tranquilidad, «los actores están dispuestos a subir los precios», indicó Paul Tourret, director del Observatorio de Industrias
– Aumento de costos –
«Los armadores tenían precios muy bajos debido a la desaceleración del consumo en Europa. Explican que contornear África es muy caro, pero resulta que es más o menos el mismo precio», porque lo que gastan en petróleo lo ahorran en tarifas de tránsito que pagan a los egipcios, agregó el experto.
El grupo de estudio estadounidense Soufan Center registró «al menos 18 grandes compañías marítimas que optaron por evitar el mar Rojo», aumentando «unos diez días a su trayecto».
Sin embargo, los expertos coinciden en que ese aumento de costos ha sido absorbido.
«Los costos del transporte se han casi triplicado desde el inicio de los ataques hutíes», apuntó el Soufan Center, pero «continúan más bajos que durante la pandemia del covid-19».
Y para Egipto, los ingresos por el canal de Suez alcanzaron 749 millones de dólares en diciembre de 2023, frente a 737 un año antes, se congratuló la autoridad del canal inaugurado en 1869, que en el año fiscal 2022-2023 reportó unos 8.600 millones de dólares.
Aunque tales ingresos son vigilados de cerca en un país con dificultades para obtener dólares, una autoridad portuaria se mostró tranquila: «La crisis es pasajera» y continúa «en un nivel aceptable», declaró a AFP en condición de anonimato.
«Pero su impacto aumentará si se alarga», agregó.
– «Olla de presión social» –
En 2015, el presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi inauguró su primer megaproyecto: un nuevo tramo del canal destinado a facilitar el paso de los barcos.
Ha absorbido casi 8.000 millones de dólares sin traer un aumento masivo de ingresos, que solo se consiguen cada año aumentando las tarifas de tránsito.
Pero las tarifas del canal son solo una parte de los ingresos de Egipto. Junto a los ingresos por turismo, las tarifas solo representan la mitad del verdadero maná del país: las remesas de trabajadores egipcios en el exterior.
Por otro lado, el servicio de la deuda se dispara, alcanzando más de 60% de los ingresos públicos en 2023 y 70% en 2024, según el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo.
Para Tourret, «los ingresos del canal sirven también para mantener controlada la olla de presión social» en Egipto, donde dos tercios de la población es pobre o al borde de serlo.
«Van directamente al Estado, que los reinvierte en el ejército y la asistencia social. Un mes (de reducción) es aceptable, pero dos meses será preocupante», afirmó.