¿Donald Trump se quedará indiscutidamente con el primer round de las primarias republicanas? ¿O sus rivales Nikki Haley y Ron DeSantis darán el batacazo? La respuesta llegará el lunes en el estado de Iowa bajo nieve, en una jornada que será el puntapié inicial de la contienda en el Partido Republicano.
El expresidente, cuatro veces inculpado en la justicia, enfrentará ahora por primera vez el juicio de los electores desde que dejó la Casa Blanca en medio de un caos inimaginable.
A pesar de sus problemas judiciales, tiene, según los sondeos, una de las mayores ventajas en la historia sobre sus rivales republicanos.
El veredicto se conocerá el lunes a partir de las 19H00 locales (01H00 GMT del martes), cuando los electores de Iowa se reúnan en escuelas, bibliotecas y estaciones de bomberos de este estado agricultor para designar a su candidato.
– Cantos de victoria –
«Ganaremos con distancia», prometió Trump a sus seguidores, que cuenta con partidarios que hacen poco caso a sus problemas judiciales.
En Iowa, sus simpatizantes militan en todos los rincones del estado y multiplican los contactos telefónicos.
«Podemos hacer hasta 200 llamadas por hora», asegura Valentina Gomez, quien colabora en el cuartel general de campaña del candidato.
El domingo, el exmandatario es esperado en Indianola, una ciudad del centro de Iowa, donde debe realizar un acto tras anular el sábado varios compromisos de campaña en medio de una tormenta de nieve.
– ¿Cómo jugará el frío? –
Los habitantes de Iowa podrían tener que lidiar con un imprevisto: el frío más intenso que se recuerde en los últimos años durante una campaña presidencial en el estado, con temperaturas que pueden llegar a los -32º Celsius, nieve y vías de tránsito con hielo.
Confiando en su victoria, ¿los electores de Trump irán a votar en estas condiciones?
«¡Lo haré, si mi auto quiere salir del garage!», exclama riendo Jeff Nikolas, de 37 años.
Para este camionero, al que la AFP cruzó cuando se dirigía a comprar un artefacto de calefacción, solo Trump es capaz de «terminar con todas las estupideces que ocurren en el mundo en este momento».
– Nikki Haley, Ron DeSantis –
Cinco candidatos se oponen a Trump. Entre ellos, solo dos parecen tener opciones.
Por un lado, la exembajadora de Estados Unidos en la ONU Nikki Haley, la única mujer en liza.
La exgobernadora de Carolina del Sur es muy apreciada por el sector empresarial.
Por otro lado, el gobernador de Florida, Ron de Santis, un conservador con duras posiciones en materia de inmigración y aborto.
Este exoficial de la Marina apostó todas sus fichas a Iowa, y visitó en los últimos meses los 99 condados del estado.
«Tiene un buen sentido del liderazgo», afirma Ben Rummelhart, de 33 años, quien considera a Donald Trump «vulnerable» debido a «todos sus problemas judiciales».
Trump llegaría a la cabeza en Iowa, con 48% de aprobación, delante de Haley, con 20%, y Ron DeSantis. con 16%, según un sondeo de los medios Des Moines Register, NBC News y Mediacom publicado el sábado.
Pero los observadores no descartan que uno de los dos contendientes principales de Trump dé una sorpresa y se quede con parte de la ventaja enorme del millonario.
Si Trump no obtiene la victoria aplastante que vaticinan los sondeos en Iowa, corre el riesgo de aparecer más débil para el resto de las primarias.
– New Hampshire, Carolina del Sur –
Desde la semana próxima, los candidatos competirán en New Hampshire, luego en Nevada y en Carolina del Sur en febrero.
Uno tras otro, los 50 estados de la Unión votarán hasta junio para proclamar, en julio, al candidato republicano a las presidenciales durante la convención nacional de su partido.
Para Trump, de 77 años, la prioridad es asegurarse la victoria antes de que comiencen sus juicios, algunos previstos para marzo.
¿Y los demócratas?
Con el apoyo asegurado en su partido, el presidente Joe biden, de 81 años, debería, salvo una gran sorpresa, ser el candidato oficialista, a pesar de las reiteradas críticas sobre su edad.
El legislador por Minnesota Dean Phillips y la escritora Marianne Williamson buscarán destronarlo, al parecer sin chances reales.