Un hombre de 45 años murió baleado el domingo por la noche en un vagón del metro de Nueva York cuando intentaba apaciguar a dos pasajeros que discutían porque uno de ellos oía música con alto volumen, confirmó la policía.
La víctima, Richard Henderson, llegó muerto al hospital tras recibir varios disparos en la espalda y en el hombro, poco después de las 20H00 locales, confirmó la policía en un comunicado enviado a la AFP.
Hasta el momento las fuerzas de seguridad no han efectuado ninguna detención ni tampoco precisan si el blanco de los disparos era la víctima u otro pasajero.
Se trata de uno de los episodios más recientes de violencia en el vetusto y extenso metro neoyorquino, el sistema de transporte ferroviario más grande del país y uno de los más grandes del mundo, que usan diariamente más de 5 millones de personas.
Familiares de la víctima contaron a la cadena de televisión CBS New York que Henderson regresaba a casa después de haber visto con un amigo un partido de fútbol americano. El hombre deja una esposa, tres hijos y dos nietos.
Incidentes como este ocurren con cierta frecuencia en el metro, pese a la presencia policial y al desalojo de personas con trastornos mentales en desequilibrio en el último año, a raíz de pasajeros que han sido agredidos y empujados a las vías.
En noviembre dos personas fueron levemente heridas de bala también en el metro en Brooklyn.
En lo que va de año, se han producido dos descarrilamientos -uno con 26 heridos-, y la semana pasada un adolescente murió cuando se desplazaba sobre el techo de los vagones, en una practica conocida como «subway surfing» (surfeo del metro»).
El pasado octubre fue condenado a 10 cadenas perpetuas el hombre que en abril de 2022 abrió fuego en un vagón de metro en plena hora punta, también en Brooklyn, un ataque que dejó 29 personas heridas y milagrosamente ningún muerto.
Según el diario The New York Times, el año pasado unas 1.100 personas fueron baleadas en la ciudad de 8,5 millones de habitantes, alrededor de 400 menos que el año anterior.