El papa Francisco rezó el domingo por la situación en Ecuador, sumido en una espiral de violencia, y urgió la liberación de un grupo de personas secuestradas, entre ellas seis monjas, en Haití, también azotado por el fenómeno de las bandas.
«He conocido con dolor la noticia del secuestro en Haití de un grupo de personas, entre ellas seis religiosas», dijo el pontífice argentino tras el rezo del Ángelus.
«Pidiendo con insistencia su liberación, rezo por la armonía social en el país e invito a todos a poner fin a la violencia, que tanto sufrimiento causa a esa querida población», añadió.
Según la Conferencia de Religiosos de Haití, ocho personas, incluyendo seis monjas, fueron secuestradas el viernes mientras viajaban en autobús en la capital de la isla caribeña.
El incidente tuvo lugar en medio de un aumento de los secuestros en Haití, el país más pobre de América, que enfrenta un recrudecimiento de la violencia.
En su oración del domingo, Francisco también hizo referencia a la situación de Ecuador, otro país inmerso en una espiral de violencia de las bandas narcocriminales.
Desde la plaza de San Pedro, el pontífice lanzó un llamado para «los sacerdotes y migrantes de Ecuador», para asegurarles que rezaba «para la paz en su país».
Ecuador, antes considerado como un oasis de paz en Latinoamérica, se ha transformado en un país carcomido por la violencia tras haberse convertido en el principal punto de exportaciones de la cocaína producida en Perú y Colombia.