Donald Trump subió al estrado menos de cinco minutos para tratar de defenderse en el juicio por difamación incoado en su contra por la escritora E. Jean Carroll, en medio de unas estrictas medidas del juez para impedirle que utilizara la tribuna para arremeter contra su querellante.
El ex presidente de 77 años, que ha asistido a varias vistas desde que se inició el juicio el 16 de enero, regresó este jueves, con el aura de vencedor por la contundente victoria obtenida en los estados de Iowa y New Hampshire en la carrera del Partido Republicano para volver a la Casa Blanca en los comicios de noviembre.
Tras arduas y tensas negociaciones entre el juez instructor Lewis Kaplan y su abogada Alina Habba, Trump, visiblemente frustrado, se limitó a responder a tres preguntas en la declaración que él mismo buscó para defenderse, constató la AFP.
«Quiero saber todo lo que va a decir», ordenó el juez.
El gran favorito de las primarias del Partido Republicano para la presidencial de 2024, simplemente pudo confirmar «al 100%» su declaración durante la instrucción del juicio.
El juez le impuso que respondiera solo con sí o no a las tres preguntas de su abogada en un intento de evitar que el magnate pudiera utilizar su declaración en el banco de los testigos para atacar a Carroll, a la que tenía enfrente, como suele hacer en las redes sociales o en las conferencias de prensa.
Y con un simple «sí» confirmó que había proferido las declaraciones que están en el centro de la querella, en junio de 2019, para defenderse de las acusaciones de violación que Carroll venía de lanzar por primera vez públicamente en su libro «¿Para qué necesitamos a los hombres? Una modesta propuesta».
«Dice algo que considero falso», dijo Trump al responder a una pregunta, antes de que le cortara en seco Kaplan.
– «¡Baje la voz!» –
Durante la vista, reanudada este jueves después de que fue suspendida el lunes por la enfermedad de uno de los 9 jurados, el juez le había ordenado «Señor Trump, baje la voz», cuando trataba de imponerle el marco de su declaración a su abogada.
El interrogatorio de Carroll también fue breve y un Trump furioso sacudía la cabeza decepcionado.
«Esto no es Estados Unidos», protestó cuando abandonaba la sala del juicio.
La escritora y periodista E. Jean Carroll, de 80 años, reclama al republicano 10 millones de dólares por haberla difamado tras la publicación del libro y de un artículo en 2019 en el que contaba que Trump la había violado en unos grandes almacenes en la década de 1990.
En mayo pasado, un jurado halló culpable al magnate de agresión sexual y difamación y le condenó a pagarle a la excolumnista de la revista Elle 5 millones de dólares, fallo que está en apelación.
En este segundo juicio, un jurado de nueve miembros anónimos (siete hombres y dos mujeres), que responden a un número -sus nombres ni siquiera pueden ser conocidos entre ellos- tendrá que determinar si las declaraciones del entonces presidente de Estados Unidos son constitutivas de difamación.
– «Tarada» –
Trump, que suele tildarla de «tarada» o «enferma», aseguró entonces que la periodista «no era su tipo» y que había inventado la violación para «vender su nuevo libro».
«Destrozó mi reputación», dijo en el juicio la escritora.
El miércoles por la noche, en su plataforma Truth Social, Donald Trump lanzó al menos 37 diatribas contra su denunciante. El magnate repite que «no la había visto en su vida», pese a que en el primer juicio, la defensa de Carroll presentó una foto en la que ambos aparecen sonrientes, con sus respectivas parejas de la época.
El juicio debe concluir este viernes con los alegatos finales antes de que el jurado se retire para deliberar.
Este es uno de los múltiples frentes judiciales que aguardan al expresidente en plena carrera electoral, lo que tilda de «caza de brujas» para obstaculizar su anhelado regreso a la Casa Blanca.
Sobre él penden 91 acusaciones penales en varios tribunales, la mayoría relacionadas con sus intentos de mantenerse en el poder tras las elecciones de hace cuatro años que ganó el demócrata Joe Biden, cuya victoria sigue sin reconocer.