La fiscal general del estado de Nueva York inició el martes un proceso contra Citibank, uno de los mayores bancos estadounidenses, acusado de no proteger adecuadamente a sus clientes contra el fraude en Internet y de negarse a reembolsar a víctimas de fraudes.
«Se supone que los bancos son los lugares más seguros para guardar su dinero, pero la negligencia de Citi ha permitido a los delincuentes robar millones de dólares de personas trabajadoras», fundamentó Letitia James en un comunicado.
James exige al Citibank el reembolso de las sumas robadas -con el pago de intereses y oblar sanciones financieras- en los últimos seis años.
La justicia de Nueva York afirmó que los delincuentes pudieron utilizar las cuentas de los clientes del banco porque la entidad «no implementó una férrea protección de datos ni barreras contra robos» para sus servicios en Internet.
En ese sentido, acusó a la institución financiera de contar con «protocolos y procedimientos de seguridad laxos, sistemas de monitoreo ineficaces, no responder en tiempo real y no investigar adecuadamente los informes de fraude».
También, el grupo Citi fue acusado de «explotar ilegalmente una pequeña excepción» en la legislación sobre Transferencia Electrónica de Fondos (EFTA) para negarse a reembolsar a las víctimas.
El banco reaccionó inmediatamente en un comunicado: «Citi cumple con todas las leyes y regulaciones relativas a transferencias bancarias y trabaja muy duro para evitar que las amenazas afecten a nuestros clientes y ayudarlos a recuperar los fondos perdidos siempre que sea posible».