Francia nombrará un enviado para atraer a doctores extranjeros, en el marco de un plan para luchar contra la falta de personal médico, anunció este martes su primer ministro, Gabriel Attal.
Los «desiertos médicos» son un problema políticamente sensible en Francia, sobre todo en las zonas rurales, pero el gobierno rechaza obligar al personal de esta profesión liberal a instalarse en esos sectores.
A la espera de los efectos del aumento de plazas en los estudios de Medicina en Francia, Attal anunció la adopción de «soluciones fuertes», en su plan de «rearme» del sistema sanitario.
«Nombraré un enviado encargado de ir a buscar al extranjero médicos que quieran trabajar en Francia», anunció el primer ministro ante la Asamblea (cámara baja) durante su discurso de política general.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ya anunció por su parte la regularización de los médicos de fuera de la Unión Europea que están trabajando en Francia, recordó Attal.
Médicos de urgencias, psiquiatras, ginecólogos, generalistas… Desde hace más de dos décadas, la falta de personal condujo a la contratación de médicos de fuera de la UE, claves durante la pandemia.
Conocidos como «Padhue», estos profesionales titulados fuera de la UE representan entre 4.000 y 5.000 actualmente, según varios sindicatos, pese a cobrar menos que sus compañeros europeos.
Pero unos 2.000 se encuentran en una situación inestable desde finales de diciembre al no superar una prueba de verificación de conocimientos para poder seguir ejerciendo.
La reforma migratoria, aprobada en diciembre, prevé la instauración de un nuevo permiso de residencia plurianual destinado a paliar la falta de personal en las profesiones médicas y farmacéuticas.