El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó el desembolso de unos 4.700 millones de dólares a Argentina en apoyo a «medidas audaces» del presidente Javier Milei, justo cuando el Congreso debate un polémico paquete de reformas ultraliberales.
«La nueva administración está tomando medidas audaces para restablecer la estabilidad macroeconómica» que «han evitado una crisis de la balanza de pagos», afirmó la directora del FMI, Kristalina Georgieva, citada en un comunicado difundido tras una reunión del directorio ejecutivo de la organización.
Pero «el camino hacia la estabilización será difícil», advierte, un día después de que el FMI pronosticara que Argentina sufrirá una recesión este año, con una contracción de 2,8%.
– «Difícil herencia» –
Georgieva culpa de la situación a una «difícil herencia», con «inflación elevada y en aumento, reservas agotadas y altos niveles de pobreza», que se agravaron en los últimos meses del mandato del presidente peronista Alberto Fernández.
Por el contrario parece encantada con «ambicioso plan de estabilización acordado», que incluye poner fin a toda financiación del gobierno por parte del banco central y el logro de un superávit fiscal primario de aproximadamente el 2% del PIB este año, es decir antes del pago de intereses de la deuda.
Este superávit «se sustentará en una combinación de impuestos temporales», junto con «esfuerzos para racionalizar las subvenciones a la energía y el transporte, los costes administrativos».
Desde que asumió el cargo hace menos de dos meses, Milei ha devaluado el peso un 50%, ha iniciado un proceso de liberación de precios y se propone modificar centenares de normas y leyes para tratar revertir una crisis que mantiene a más del 45% de los argentinos en la pobreza, con una inflación anual de 211% en 2023.
Tras el reajuste del tipo de cambio la política debe «seguir garantizando los objetivos de acumulación de reservas», estima Georgieva.
«Seguir reforzando el balance del banco central continúa siendo una prioridad», agrega.
– Apoyo social –
También hace hincapié en la importancia de corregir desajustes de precios, reformar el sector energético y «crear una economía más simple, basada en reglas y orientada al mercado».
Para conseguirlo Georgieva estima que el gobierno deberá aunar «una formulación de políticas ágil y una planificación de contingencias» y no descarta que se necesiten medidas adicionales.
Pero recuerda que es «imprescindible una comunicación clara y una asistencia social bien orientada», así como obtener apoyo social y político.
Convencer a la ciudadanía se le está haciendo cuesta arriba a Milei y tampoco lo tendrá fácil en el Congreso, que debate su controvertida Ley Ómnibus de reformas económicas, políticas, de seguridad y ambientales de 386 artículos.
La oposición tiene previsto meterle tijera y hace cinco días el gobierno tuvo que retirar un «capítulo fiscal» muy cuestionado del proyecto, con el que buscaba asegurar el «déficit cero» en las cuentas fiscales.
El visto bueno del directorio a la séptima revisión del acuerdo crediticio con Argentina, con el desembolso inmediato de 4.700 millones de dólares, eleva a alrededor de 40.600 millones la cantidad girada al país sudamericano, como parte de un programa de ayuda de 44.000 millones.
El país atraviesa por una crisis con escasez de divisas, un fuerte endeudamiento en un contexto de prácticamente nulo acceso a los mercados internacionales de crédito.