El bombero neoyorquino que se hizo célebre al aparecer en fotos icónicas con el entonces presidente estadounidense George W. Bush durante su primera visita a las ruinas del World Trade Center (WTC) tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 falleció a los 91 años.
Las fotografías del 14 de septiembre de 2001 muestran a Robert «Bob» Beckwith, que entonces tenía 69 años y estaba retirado, con casco y máscara, junto con el entonces presidente Bush (2001-2009) en la «Zona Cero».
El exmandatario republicano dijo en un comunicado en la red social X que se siente «orgulloso» de «haber tenido a Bob a su lado» en el lugar del desastre y «el privilegio de seguir en contacto con este patriota durante años».
«Cuando los terroristas atacaron, Bob volvió a vestir su uniforme y, como muchos socorristas valientes, desafió el peligro para acudir en ayuda de los demás. Su valentía representa el espíritu de desafío y resistencia de los neoyorquinos y los estadounidenses tras el 11 de septiembre», elogió Bush, que ocupaba la Casa Blanca desde enero de ese año.
«Esta icónica foto con el presidente Bush captó un momento tan emocionante como desgarrador», declaró la jefa del Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY), Laura Kavanagh, al anunciar que Beckwith falleció el domingo por la noche.
Bob Beckwith, dijo, fue uno de los numerosos bomberos de Nueva York retirados que estuvieron en las ruinas del WTC «para ayudar en las operaciones de socorro».
Encaramado a las ruinas de las Torres Gemelas en el bajo Manhattan, Bush, megáfono en mano, alentó a Estados Unidos y a Nueva York, gritando a los equipos de rescate: «Los escucho. Los oigo. El resto del mundo los oye. Y los que derribaron estos edificios pronto nos oirán a todos».
Beckwith, nacido en 1932, fue bombero de Nueva York desde 1965 hasta su jubilación en 1994.
Los atentados yihadistas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos -que dejaron 2.977 muertos en total y casi 6.300 heridos, según el balance oficial- pusieron de rodillas a Nueva York, después de que las dos torres del WTC fueran destruidas por dos aviones pilotados por miembros del grupo islamista Al Qaeda.
En aquellos rascacielos perdieron la vida aquel día 2.753 personas, entre ellas al menos 343 bomberos que acudieron al lugar de la la catástrofe.
En 2021, un fondo de compensación para las víctimas del 11-S calculó que habían muerto más personas por enfermedades relacionadas con la destrucción causada por los atentados -incluido el cáncer entre los rescatistas que limpiaron la Zona Cero- que el día de los atentados, que hicieron historia.