El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, presionó el miércoles a Israel para que acepte una tregua en su guerra con Hamás, recién entrada en su quinto mes.
El secretario de Estado se reunió en Jerusalén con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en esta quinta gira del jefe de la diplomacia estadounidense por Oriente Medio desde el inicio del conflicto el 7 de octubre.
Catar, que medió en una tregua temporal meses atrás, dijo que Hamás respondió a una nueva propuesta de acuerdo para detener los combates.
«La respuesta incluye algunos comentarios, pero en general es positiva», señaló el primer ministro catarí, Mohamed bin Abdulrahman Al Thani, tras reunirse con Blinken en Doha la víspera.
Hamás confirmó que respondió a las propuestas formuladas una semana atrás en París por Catar y otros mediadores.
Blinken indicó que abordaría con Israel la respuesta de Hamás, tras señalar que queda «mucho trabajo por hacer» y «que un acuerdo es posible y ciertamente esencial».
La agencia israelí de espionaje Mosad también recibió la respuesta de Hamás, según la oficina de Netanyahu.
Pero el jefe de gobierno israelí, que no ha comentado la respuesta del grupo islamista palestino, afirmó el martes: «estamos camino a una victoria total y no nos detendrán».
La presión por un alto el fuego ha crecido en momentos en que las fuerzas israelíes avanzan hacia Rafah, en la frontera sur de Gaza con Egipto, donde se ha refugiado más de la mitad de la población del pequeño territorio palestino.
«La intensificación de hostilidades en Rafah, en esta situación, podría conducir a una pérdida de vidas civiles a gran escala y debemos hacer lo posible por evitarlo», señaló Jens Laerke, portavoz de la oficina humanitaria de Naciones Unidas, OCHA.
– Niños con miedo –
La guerra estalló el 7 de octubre con un ataque de Hamás en el sur de Israel que se saldó con la muerte de más de 1.160 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
Los milicianos islamistas también secuestraron a unas 250 personas y unas 132 siguen en Gaza, incluidas 29 que se cree que han fallecido.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva militar que ha matado a 27.708 personas en la Franja de Gaza, en su mayoría mujeres y niños, según informó este miércoles el ministerio de Salud de Hamás, que gobierna el territorio.
Al menos 123 personas murieron en las últimas 24 horas, precisó la misma fuente.
La visita de Blinken «es una pesadilla», porque en cada viaje, Israel «intensifica las agresiones para mostrarle que rechaza la tregua», asegura Mohammad Abu Nada, en el hospital Najjar de Rafah, donde fue a recoger los restos de un familiar muerto en un bombardeo.
Israel informó que iba a entrar en Rafah en busca de combatientes de Hamás.
El ejército «llegará a lugares donde aún no hemos combatido (…) hasta el último bastión de Hamás, que es Rafah», declaró esta semana el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant.
Safia Marouf, quien se refugió en esta localidad con su familia tras abandonar su casa más al norte, dice temer lo que se viene.
«Los niños viven con miedo, y si quisiéramos salir de Rafah, no sabemos a dónde ir. ¿Cuál será nuestro destino y el de nuestros hijos?», se pregunta.
– Presión diplomática –
«La situación humanitaria en la Franja de Gaza es más que catastrófica», afirmó Tommaso Della Longa, portavoz de la Federación de las Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
Tras la reunión de Blinken en Doha, el gobernante catarí dijo ser «optimista» sobre la posibilidad de un tregua aunque se negó a comentar la respuesta de Hamás.
Una fuente de Hamás afirmó la semana pasada que la propuesta incluye una pausa de seis semanas en los combates y un canje de prisioneros, así como más ayuda para Gaza.
Pero Netanyahu aseguró que el grupo islamista presentó «demandas que no aceptaremos».
El gobernante israelí enfrenta presiones por terminar la guerra y recuperar los rehenes, con marcadas divisiones en su gabinete y la indignación popular por la situación de los cautivos.
Estados Unidos ha respaldado firmemente a Israel, pero también le urgió tomar acciones para reducir las bajas civiles.
En las últimas semanas la violencia se ha recrudecido en Líbano, Irak, Siria y Yemen, donde grupos apoyados por Irán han lanzado ataques en apoyo a Hamás, generando respuestas de Israel, Estados Unidos y sus aliados.
Los ataques israelíes contra la ciudad siria de Homs dejaron 10 muertos, incluidos dos combatientes del Hezbolá libanés y seis civiles, según informó el miércoles el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Los rebeldes hutíes de Yemen llevan semanas atacando barcos en el mar Rojo y el golfo de Andén en solidaridad con los palestinos, unas acciones que afectan al comercio marítimo global y han generado respuestas de Estados Unidos y Reino Unido.