Joe Biden advirtió este martes a los congresistas republicanos de la Cámara de Representantes que «la historia sería testigo» si torpedean la ayuda a Ucrania aprobada por el Senado, pero su líder replicó diciendo que ni siquiera habrá votación.
«La historia será testigo», dijo Biden por televisión, repitiendo la frase cinco veces.
«Apoyar este proyecto de ley es enfrentarse a Putin. Oponerse a él es hacerle el juego a Putin», añadió el demócrata.
También arremetió contra su predecesor Donald Trump después de que el expresidente alentara a Rusia a atacar a los miembros de la OTAN que incumplen sus compromisos financieros.
«Es tonto. Es vergonzoso. Es peligroso. Es antiestadounidense», dijo Biden desde la Casa Blanca.
«Cuando él mira a la OTAN, no ve la alianza que protege a Estados Unidos y al mundo. Ve un fraude», añadió. «Ningún otro presidente en nuestra historia se ha inclinado jamás ante un dictador ruso».
Pero el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, muy cercano a Trump, hizo oídos sordos y dijo a los periodistas que ni siquiera tiene la intención de permitir una votación sobre el proyecto de ley.
«De ninguna manera», declaró.
El lunes Johnson criticó el proyecto de ley por «guardar silencio sobre el problema más acuciante» del país, según él la crisis migratoria en la frontera entre Estados Unidos y México.
Los conservadores condicionan la adopción de fondos para Kiev a nuevas medidas migratorias, pero vetaron el acuerdo bipartidista sobre una política más restrictiva al que habían llegado los demócratas con un grupo de republicanos. Lo consideran demasiado laxo.
El Senado dio luz verde a un nuevo paquete de 95.000 millones de dólares para Ucrania, Israel y Taiwán, pero su adopción depende de los partidarios de Trump en la cámara baja.
– «El lujo de esperar» –
«Ya no podemos permitirnos el lujo de esperar», instó el presidente demócrata Joe Biden.
En un año electoral el tema enfrenta a Biden y Trump, su probable rival en las presidenciales de noviembre.
Biden exige la aprobación de 60.000 millones de dólares para Ucrania, en guerra con Rusia desde hace casi dos años. Le sumó una partida de 14.000 millones para Israel y fondos para Taiwán.
«Si no nos enfrentamos a los tiranos que pretenden conquistar o repartirse el territorio de sus vecinos, las consecuencias para la seguridad nacional de Estados Unidos serán considerables. Tanto nuestros aliados como nuestros adversarios tomarán nota», insistió Biden.
Trump se opone al paquete debatido en el Congreso al estimar que Estados Unidos debería «dejar de dar dinero sin esperar ser reembolsado».
Afirma que si regresa a la Casa Blanca resolverá la guerra entre Rusia y Ucrania «en 24 horas». Pero no dice cómo.
- Lluvia de críticas –
Sin embargo, él es quien tiene la última palabra en las negociaciones en el Congreso. Sin el apoyo de los republicanos, que controlan la cámara baja por estrecho margen, y sobre todo sin el entorno de Trump, el texto está destinado al fracaso.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, expresó su satisfacción por el apoyo del Senado.
«Para nosotros en Ucrania, la continua ayuda estadounidense salva vidas humanas del terror ruso» mientras «luchamos por la libertad y la democracia», declaró en la red social X.
La continuación de la ayuda militar a Ucrania, interrumpida desde finales de diciembre, depende de este texto negociado en el Congreso.
Los demócratas están, en su gran mayoría, a favor.
Los republicanos están divididos entre los partidarios y los aliados de Trump, mucho más aislacionistas.
Y la influencia de Trump en el Partido Republicano es abrumadora.
El lunes, el senador Lindsey Graham, hasta ahora uno de los republicanos partidarios de ayudar a Kiev, anunció que se opondría porque prefiere un sistema de préstamos «como ha sugerido el presidente Trump».