Desde la promulgación de la Ley de Memoria Democrática en octubre de 2022, se ha abierto un camino privilegiado para los descendientes de españoles, incluyendo a la comunidad dominicana, para obtener la nacionalidad española.
Esta ley representa una oportunidad sin precedentes para aquellos dominicanos que, siendo nietos, hijos o bisnietos de españoles, aspiran a reconectar con sus raíces y ser ciudadanos europeos. En su primer año en vigor, más de 182.000 personas a nivel global han solicitado la nacionalidad española, evidenciando el gran interés y la importancia de esta legislación.
El marco temporal para acogerse a esta ley es limitado, ofreciendo un plazo de dos años que concluye en octubre de 2024. Ante la inminente fecha límite, surge una interrogante clave entre los interesados: ¿Se contempla una extensión para esta ley?, ¿habrá más tiempo para presentar la solicitud? Hasta ahora, no ha habido indicaciones oficiales del Gobierno español ni comunicados que sugieran una prórroga.
Con el plazo final acercándose, es imperativo actuar con celeridad. Para la diáspora dominicana, la Ley de Memoria Democrática no solo simboliza una reconexión con sus ancestros españoles, sino también la apertura a un mundo de oportunidades en Europa. «Esta es una oportunidad histórica para muchos nietos, hijos y bisnietos de españoles», señala Neyvi Tolentino, Directora de Tolentino Abogados, resaltando el compromiso de su firma en asistir a los dominicanos durante este proceso.
Detalla Neyvi Tolentino en el periódico El Nuevo Diario que la obtención de un pasaporte español brinda la libertad de viajar sin visa a más de 192 países, así como acceso a oportunidades de empleo, educación y una mejor calidad de vida en la Unión Europea. En este momento decisivo, la recomendación es actuar con determinación.
La ventana para aprovechar esta legislación está por cerrarse, marcando el fin de una oportunidad significativa para los dominicanos y sus descendientes de consolidar su vínculo con España y, por ende, con Europa.
La Ley de Memoria Democrática no solo representa una medida de reparación histórica, sino que también ofrece una oportunidad excepcional para que diversas personas de ascendencia española recuperen su vínculo legal y cultural con España. Los beneficiarios principales de esta ley incluyen:
1. Descendientes de exiliados: Personas cuyos progenitores o abuelos fueron forzados al exilio durante la Guerra Civil Española o la dictadura franquista. Esto abarca tanto a quienes se exiliaron como a los nacidos en el exilio.
2. Descendientes de los Españoles Deportados: Incluye a aquellos cuyos antepasados fueron deportados a campos de concentración o sufrieron persecución durante la Segunda Guerra Mundial.
3. Nietos y Bisnietos: La ley reconoce el derecho a la nacionalidad española de los nietos y, en determinadas circunstancias, de los bisnietos de españoles originarios, incluso si los padres o abuelos nunca recuperaron o conservaron la nacionalidad española.
4. Hijos de Mujeres Españolas: Los hijos nacidos antes de 1978 de madres españolas que perdieron la nacionalidad al casarse con un extranjero también pueden beneficiarse de esta ley, corrigiendo una desigualdad histórica.
5. Víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura: La ley también permite la concesión de la nacionalidad española a aquellos que sufrieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura franquista.
Esta legislación no solo facilita la adquisición de la nacionalidad española, sino que también representa un acto de justicia y reconocimiento hacia aquellos que, directa o indirectamente, fueron afectados por los sucesos históricos que marcaron a España en el siglo XX. Con la Ley de Memoria Democrática, España abre sus brazos para acoger a los descendientes de aquellos que, en tiempos de adversidad, tuvieron que dejar su país natal.