El gobierno argentino fijó un aumento del salario mínimo de 30% en total entre febrero y marzo, informó el vocero de la presidencia este martes, en medio de una inflación de más de 250% anual.
«No se ha logrado que las partes se pongan de acuerdo por la discusión por el salario mínimo», dijo el vocero Manuel Adorni, refiriéndose al fracaso el jueves pasado del Consejo del Salario Mínimo, integrado por el gobierno, las cámaras empresariales y los sindicatos, que pedían un incremento de 85%.
En estas circunstancias, agregó Adorni, «el gobierno debe laudar entre las partes y fijar un salario mínimo», algo que el presidente Javier Milei había rechazado inicialmente.
El número quedó establecido en 180.000 pesos para febrero (204 dólares al cambio oficial), lo que representa un aumento de 15% respecto a los 156.000 pesos actuales, y 202.800 pesos para marzo ( 230 dólares) y un incremento de 30% con respecto al monto actual.
Desde el último ajuste salarial en diciembre, la inflación se ubicó en 25,5% ese mes y en 20,6% en enero, para un 254% de inflación interanual.
El ajuste salarial se da en momentos en que aumenta la conflictividad en Argentina, donde la pobreza alcanza al 57% de la población, según un estudio del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) divulgado este fin de semana.
Se trata de la cifra más alta de pobreza establecida por esta medición privada en los últimos 22 años.
El gremio ferroviario tiene previsto un paro nacional el miércoles, la federación de trabajadores de Sanidad llamó a otra huelga el jueves y cuatro gremios docentes anunciaron similares medidas de fuerza para el inicio de clases, entre la semana próxima y la siguiente.
El ministro de Economía, Luis Caputo, había adelantado el lunes por la noche en una entrevista televisiva que el gobierno iba a fijar un aumento del salario mínimo.
La Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor central sindical de Argentina y de orientación opositora, acusó el jueves al gobierno del ultraliberal Javier Milei de hacer fracasar el Consejo del Salario, «rompiendo una larga tradición de diálogo social tripartito».
«No creo en que un político pueda definir un precio a mano. Ni se me ocurre. ¿Yo voy a emitir un decreto fijando un precio?», dijo Milei el viernes sobre fijar un salario mínimo, tras el fracaso de la reunión.