Soldados israelíes abrieron fuego hoy contra una multitud hambrienta que se abalanzó sobre un convoy de ayuda humanitaria en Gaza y mataron a más de 110 personas, según el Ministerio de Salud de ese territorio palestino gobernado por Hamás.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunirá de urgencia para abordar el incidente, calificado de «masacre» por el Ministerio de Salud del enclave palestino.
El drama, que tuvo lugar en Ciudad de Gaza, se produjo el día en que el número de muertos en la Franja superó los 30.000 desde el inicio de la guerra, según la misma fuente.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, afirmó a su vez que más de 25.000 mujeres y niños palestinos murieron en Gaza desde el 7 de octubre, cuando se desató el conflicto tras una sangrienta incursión llevada a cabo por comandos islamistas en el sur de Israel.
El ejército israelí afirmó que el jueves se produjo una «estampida» cuando miles de civiles se precipitaron hacia un convoy de 30 camiones con ayuda, lo que provocó docenas de muertes y heridos, algunos atropellados por los vehículos.
Una fuente israelí afirmó que los soldados israelíes abrieron fuego contra la multitud al sentirse «amenazados». El Ministerio de Salud de Gaza precisó que al menos 112 personas murieron y unas 750 resultaron heridas.
Según el ministerio y varios testigos, los militares israelíes posicionados cerca del lugar para proteger el convoy dispararon contra la muchedumbre que se precipitó hacia los camiones.
El episodio reduce las esperanzas de que Israel y el movimiento islamista palestino pacten una tregua en los próximos días.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que esta semana evocó la posibilidad de un acuerdo antes del lunes, admitió el jueves que «probablemente» ese plazo no podrá cumplirse.
– «Gaza se vacía de vida» –
El conflicto se desencadenó el 7 de octubre, cuando los comandos islamistas mataron a cerca de 1.160 personas, la mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 en el sur de Israel, según un recuento de la AFP basado en datos israelíes.
Una tregua de una semana a fines de noviembre permitió canjear a un centenar de rehenes por 240 presos palestinos e Israel estima que unas 130 personas permanecieron cautivas, 30 de las cuales habrían muerto desde entonces.
En respuesta, Israel lanzó una operación aérea y terrestre para «aniquilar» a Hamás, un movimiento al que cataloga, al igual que Estados Unidos y la Unión Europea, como organización «terrorista».
Israel impuso además un «asedio completo» de la Franja de Gaza, impidiendo la entrada de alimentos, agua, medicamentos y combustible.
La ONU ha alertado de que 2,2 millones de gazatíes, la gran mayoría de la población corre el riesgo de hambruna, especialmente en el norte, donde la destrucción, los combates y los saqueos hacen casi imposible la entrega de ayuda.
«Gaza se vacía de vida a una velocidad aterradora», denunció el Secretario General de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, «condenó» lo ocurrido el jueves en el reparto de alimentos, aunque afirmó que aún se ignora «exactamente qué pasó», indicó su portavoz, Stéphane Dujarric.
La Autoridad Palestina, que administra parcialmente Cisjordania ocupada, denunció «una masacre atroz cometida por las fuerzas de ocupación» israelíes.
Un testigo, que prefirió no dar su identidad por razones de seguridad, contó que «camiones llenos de ayuda se acercaron demasiado a unos tanques del ejército (…) y la multitud, miles de personas, se abalanzó sobre los camiones».
«Los soldados dispararon contra la multitud cuando hubo personas que se acercaron demasiado a los tanques», añadió.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, denunció una «nueva carnicería» en Gaza y dijo que esas muertes eran «totalmente inaceptables».
El canciller español, José Manual Albares, también tildó lo ocurrido de «inaceptable» y el Ministerio de Relaciones Exteriores francés condenó los «disparos israelíes injustificables».
– «Otro día de infierno»-
Estados Unidos examina las «versiones contradictorias» del drama, informó Biden.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, indicó que se exigió «respuestas» a Israel y calificó la situación en Gaza de «desesperada».
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que muchos de los fallecidos fueron aplastados por los camiones al verse «desbordados por personas que intentaban saquear» el convoy.
El jefe de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) señaló que ninguna agencia de la ONU participó en el reparto de ayuda. Fue «otro día de infierno», describió.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, que denuncia un «genocidio» en Gaza, anunció la suspensión de la compra de armamento a Israel, uno de los mayores proveedores de la fuerza pública del país sudamericano.
Arabia Saudita condenó enérgicamente la muerte de civiles desarmados e Italia pidió un alto el fuego inmediato para facilitar la entrada de más ayuda humanitaria.
Estados Unidos, Catar y Egipto intensificaron en las últimas semanas los esfuerzos para lograr una nueva tregua de seis semanas antes del inicio del Ramadán, el mes de ayuno musulmán que comienza el 10 o el 11 de marzo.
Dos israelíes murieron el jueves en Cisjordania ocupada baleados por un «terrorista», que fue «neutralizado, informaron fuentes médicas y el ejército israelí.