Por Danny Chevalier. En estos momentos de dolor y conmoción, nuestra nación se enfrenta a una tragedia que trasciende las fronteras políticas. El asesinato premeditado del hijo del honorable Alfredo Pacheco, actual presidente de la Cámara de Diputados, ha dejado una herida profunda en el corazón de todos los dominicanos.

Es tiempo de solidaridad, de mirar más allá de las diferencias partidistas y unirnos como sociedad. La pérdida de un hijo es un dolor inimaginable, y no debería ser objeto de manipulación política. Sin embargo, hemos visto cómo algunos miembros de partidos opositores han intentado capitalizar esta tragedia para sus propios fines.



Es imperativo que la clase política se eleve por encima de las disputas electorales y se comporte con la dignidad y la empatía que merece esta situación. No debemos permitir que la muerte de un joven se convierta en moneda de cambio en la arena política. Es hora de que todos los líderes políticos reflexionen sobre su papel en esta sociedad y actúen con responsabilidad.

A menos de un mes de las elecciones, instamos a los candidatos y sus seguidores a recordar que somos una comunidad unida por lazos más fuertes que la política. La vida y la muerte trascienden las urnas y los mítines. Es tiempo de respeto, de acompañar a la familia Pacheco en su dolor y de honrar la memoria de Luis Alfredo Pacheco Rojas.



Que esta tragedia nos recuerde nuestra humanidad compartida y nos inspire a construir un país más justo y compasivo. Nuestro más sentido pésame a la familia Pacheco en estos momentos difíciles.