«Ni la región ni el mundo pueden permitirse más guerras», clamó el secretario general de la ONU, António Guterres, al exigir «máxima moderación» en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad convocada tras el ataque con drones y misiles de Irán a Israel.
«Oriente Medio está al borde del precipicio. Los pueblos de la región se enfrentan a un peligro real de conflicto generalizado y devastador. Este es un momento para la desescalada y la distensión. Es el momento de mostrar la máxima moderación», insistió.
«Es vital evitar cualquier acción que pueda conducir a grandes enfrentamientos militares en múltiples frentes en Oriente Medio», añadió.
«Ni la región ni el mundo pueden permitirse más guerras», insistió.
El secretario general reiteró también su condena al ataque lanzado el sábado por Irán contra Israel, denunciando una «grave escalada». Fustigó al mismo tiempo una vez más el ataque contra el consulado iraní en Damasco el 1 de abril atribuido a Israel, subrayando el «principio de inviolabilidad» de las representaciones diplomáticas.
Según el ejército israelí, Irán envió «un enjambre de 300 drones asesinos, misiles balísticos y misiles crucero» durante la noche del sábado al domingo, un ataque que los israelíes afirman haber frustrado en gran medida.
Desde la revolución iraní de 1979, Israel ha sido el enemigo jurado de la República Islámica.
Pero hasta ahora Teherán se había abstenido de atacar frontalmente a Israel y los dos países estaban acostumbrados a enfrentarse a través de terceros, como el Hezbolá libanés.
La ofensiva iraní, bautizada como «Promesa honesta», es una respuesta al ataque que destruyó el consulado iraní en Damasco y costó la vida a siete miembros de la Guardia Revolucionaria.
Irán acusó a Israel de ese hecho, que ni lo confirmó ni lo negó.
Este ataque se produjo más de seis meses después del inicio de la ofensiva liderada por Israel en la Franja de Gaza contra el grupo palestino Hamás, apoyado por Irán, que aumentó aun más las tensiones entre los dos países enemigos.
Guterres volvió a pedir el domingo un «alto el fuego inmediato» en Gaza y la liberación de los rehenes tomados por Hamás durante su ataque contra Israel del 7 de octubre, que inició el conflicto en el territorio palestino.
El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, solicitó el sábado esta reunión de emergencia y pidió al Consejo «condenar inequívocamente a Irán por esta grave violación» y «actuar para designar como organización terrorista» a la Guardia Revolucionaria, el ejército ideológico de la República Islámica.
«Es hora de que el Consejo de Seguridad tome medidas concretas contra la amenaza iraní», añadió en una carta al Consejo de Seguridad.