La policía australiana afirmó el martes que un apuñalamiento en una iglesia asiria de Sídney fue un acto «terrorista» con motivaciones religiosas y llamó a la enfurecida población local a la calma.
Cuatro personas resultaron heridas aunque no de gravedad, incluido un destacado obispo, en el ataque ocurrido la tarde del lunes en la iglesia ubicada en el oeste de Sídney.
«Después de considerar todo el material, declaré que fue un incidente terrorista», indicó en conferencia de prensa la comisaria policial del estado de Nueva Gales del Sur, Karen Webb.
Dijo que el sospechoso del ataque era «conocido por la policía», pero que no figuraba en ninguna lista de vigilancia terrorista.
Una transmisión en directo mostró el ataque. En las imágenes se ve a un hombre acercándose al altar, con un cuchillo en alto, y luego atacando al párroco, desatando el pánico entre los feligreses.
Los policías que respondieron al incidente fueron atacados por personas afuera de la iglesia, indicó Webb.
«La gente usó lo que tenía a mano en la zona, como ladrillos, concreto, estacas, para agredir a la policía» y lanzar objetos contra los policías y sus vehículos, completó.
Precisó que la multitud causó daños a unos 20 vehículos policiales.
El barrio donde ocurrió el ataque alberga a la pequeña comunidad cristiana asiria, conformada en buena medida por personas que huyeron de la persecución y la guerra en Irak y Siria.