El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la primera dama, Jill Biden, hicieron pública su declaración de renta de 2023, continuando así con una tradición de transparencia interrumpida temporalmente bajo el mandato de su predecesor Donald Trump.
Esta costumbre está pensada para fomentar la confianza en la Casa Blanca. Otros políticos, además de los candidatos, también suelen publicar su declaración de renta.
Los Biden ganaron 619.976 dólares en 2023, la mayor parte procedente del salario de 400.000 dólares del presidente y de la compensación de 85.985 dólares de Jill Biden por su trabajo como profesora en una universidad de la cercana Virginia.
Esa cifra fue superior a los 579.514 dólares que la pareja ganó en 2022 y a los 610.702 dólares de 2021.
La transparencia de los Biden llega después de que Trump optara por no seguir la tradición bipartidista.
El empresario multimillonario Trump se negó tanto como candidato como una vez en la presidencia a permitir la publicación de su declaración de impuestos, un documento que detalla todas las fuentes y cantidades de ingresos, entre otros registros financieros.
Cuando finalmente se hicieron públicos varios años de sus declaraciones tras una batalla legal emprendida por los demócratas en el Congreso, se descubrió que hubo años en los que Trump casi no pagó impuesto sobre la renta, debido a pérdidas empresariales.
Trump ha seguido manteniendo en secreto sus declaraciones de renta mientras prepara la campaña para las presidenciales de noviembre.