La ginecóloga-obstetra, Priscilla Marianna Jiménez Solís, desmiente categóricamente uno de los mitos más arraigados en torno al uso de anticonceptivos orales y la supuesta relación entre su consumo y la infertilidad femenina. Enfatiza que esta creencia es completamente falsa y carece de respaldo científico.
Según explicó la Dra. Jiménez Solís, el empleo de pastillas anticonceptivas no afecta la capacidad reproductiva de la mujer, sino que más bien puede considerarse como una herramienta para preservar la fertilidad. Contrario a lo que se cree, estos medicamentos no disminuyen la fertilidad, sino que regulan el ciclo hormonal y mantienen los ovarios en un estado de reposo.
Asimismo, indicó que es importante entender que el mecanismo de acción de las pastillas anticonceptivas radica en la supresión de la ovulación, lo que previene el embarazo. Esto no implica ningún daño a la reserva folicular de la mujer, ya que simplemente se encuentra en un estado de inactividad temporal. Una vez que se suspende el uso de los anticonceptivos, la función ovárica vuelve a la normalidad, permitiendo la ovulación de manera regular.
Priscilla Marianna Jiménez Solís habló en esos términos junto a las doctoras Krismeli Brito Padilla y Amelia Ledesma Duval, en el programa “Con la Dra. Controversia”, transmitido por la plataforma digital El Nuevo Diario TV.
La Dra. Jiménez Solís también hace hincapié en otro mito común, es la idea de que las mujeres dejan de tomar las pastillas anticonceptivas para «limpiarse» de hormonas. Esta noción, según la especialista, carece de lógica, ya que las hormonas presentes en las pastillas son análogas a las que el cuerpo produce de forma natural. Por lo tanto, no tiene sentido pretender eliminar algo que el propio organismo genera.
En ese contexto, puntualizó que la evidencia científica respalda la seguridad y eficacia de las pastillas anticonceptivas como un método confiable para prevenir el embarazo, sin causar daño a la fertilidad femenina, por lo que considera es fundamental desmitificar estas creencias erróneas que pueden llevar a decisiones erróneas sobre la salud reproductiva de las mujeres.