La idea original fue del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés y desde su propuesta, transitó hacia organismos internacionales que la universalizaron
Este recién pasado 23 de abril se ha conmemorado el Día Mundial del Libro y los Derechos de Autor, fecha que para muchos medios pasó inadvertida debido, probablemente, a la trascendencia que se le otorga a la actividad político partidaria vinculada al delirio colectivo de las elecciones del 19 de mayo próximo.
No es culpa de nadie el olvido. Pero hay que insistir en recordarlo por la relación puede tener el auspicio del hábito de leer e investigar por medio de los libros, y la tendencia a votar en masa y acríticamente por los intereses en puestos públicos o el acceso o mantenimiento en el poder.
A los medios, el llamado es oportuno: dar espacios de opinión e información a temas vitales como éste, a fin de estimular una comunidad nacional crítica y difícilmente manipulable por promesas y anuncios de tremenda capacidad de convencimiento. Un pueblo que no lee es materia de fácil manipulación por las promesas de campaña.
Y eso degenera en una democracia imperfecta. De ahí la relación entre promover la capacitad critica mediante la lectura y la importancia relativa que ofrecen muchos medios a conmemoraciones como esta que acaba de pasar, pero cuya vigencia es de cada día.
El Día Mundial en RD
El acto más público más trascendente en torno a la fecja, fue la jornada en la Plaza de la Cultura, en torno a las oficinas de la Feria Nacional del Libro, en torno al cual se donaron decenas de libros a estudiantes de ocho escuelas que fueron invitados a participar de la celebración.
El Ministerio de Cultura auspició su primera Pequeña Biblioteca Libre (en la recepción de las oficinas de la Feria del Libro), un espacio en el cual los lectores pueden llevar un libro y retirar otro, en base a un proyecto internacional que estimula la iniciativa ((https://littlefreelibrary.org/).
Esa inauguración en ese espacio tiene una trascendencia como ejemplo a ser imitado en sus recepciones o espacios comunes) por empresas, escuelas, instituciones públicas, alcaldía, clubes sociales, de forma que se fomente el intercambio de libros, de esos ejemplares que cada quien tiene en sus casas ya leídos y que estarán cogiendo polvo en estanterías.
Sobre el Día Mundial
Medios susceptibles al tema han difundido versiones sobre el origen de este día mundial, con datos más o menos precisos, aun cuando no muy detallados por ser parte de contenidos de prensa preparados rápidamente.
Pero hemos encontrado una descripción, muy enfocada en España, a pero con valor universal históricamente hablando, más o menos rica en detalles, en la página www.diadellibro.eui, en la cual se indica:
“Pese a que la celebración del Día del Libro se remonta a principios del siglo XX, la idea original en tanto celebración institucional del Día del Libro partió de Cataluña, del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés, proponiéndola a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona en 1923 y aprobada por el rey Alfonso XIII de España en 1926.
La historia del libro se hace festiva y surgen actividades literarias en toda España y en muchos países del mundo. El día 23 de abril se celebra en todo el mundo, el Día del Libro Internacional. El 23 de abril de 1616, fallecían Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. También en un 23 de abril nacieron – o murieron – otros escritores eminentes como Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo.
Por este motivo, esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue la escogida por la Conferencia General de la UNESCO para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural.
El 7 de Octubre de 1926 fue el primer Día del Libro, poco después, en 1930, se instaura definitivamente la fecha del 23 de abril como Día Mundial del Libro y el derecho de autor, donde este día coincide con Sant Jordi – San Jorge, patrón de Alemania, Aragón, Bulgaria, Cataluña, Etiopía, Georgia, Grecia, Inglaterra, Líbano, Lituania, Países Bajos, Portugal, Eslovenia y México. En 1995 el Día del Libro se convierte en una FIESTA MUNDIAL.
El Día del Libro y de los Derechos de Autor fue propuesto por la Unión Internacional de Editores (UTE), y presentada por el gobierno español a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En 1995, se aprobó proclamar el 23 de abril de cada año el «Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor«.
Existen miles de lugares de interés en más de 100 países para celebrar el Día Internacional del Libro y los Derechos de Autor. En Madrid realizan más de 600 actos el 23 de abril, preámbulo de la Feria del Libro con 15 días de duración. También se conmemora en Ciudad de México, Caracas, Bogotá, Santiago, Valencia, La Victoria, Buenos Aires, Maracaibo, Barquisimeto, Montevideo, Quito, La Habana, Managua, Caracas, Maracay, New York, Los Ángeles, Santo Domingo, Medellín, Ciudad de Guatemala, Valparaíso entre muchas otras, y ciudades europeas, americanas, asiáticas y africanas.
Fuente: https://www.diadellibro.eu/