La periodista ciudadana china Zhang Zhan fue liberada después de cuatro años en la cárcel por su cobertura de la pandemia del covid-19 en el país, según un video publicado por Reporteros sin Fronteras (RSF).
Sin embargo, esta organización de defensa de la prensa señaló que Zhang era objeto de una fuerte vigilancia y que su libertad era muy limitada.
Esta exabogada viajó a la ciudad de Wuhan en febrero de 2020 para informar del caos en el epicentro de la pandemia del covid y cuestionó la gestión del brote por parte de las autoridades en videos realizados con su teléfono móvil.
Fue detenida en mayo de 2020 y condenada siete meses después a cuatro años de cárcel por «provocar peleas y problemas», una acusación usada habitualmente para acallar la disidencia.
Su liberación estaba prevista para el 13 de mayo, pero la falta de información sobre su paradero había hecho sospechar a activistas y oenegés que todavía estaba detenida.
En un corto video publicado el miércoles por RSF, la periodista, ataviada con un pijama, parece confirmar su liberación.
«La policía me liberó de la cárcel a las cinco de la mañana del 13 de mayo y me mandó a la casa de mi hermano mayor en Shanghái», afirma Zhang en el video con voz baja y titubeante.
«Gracias a todos por su ayuda y preocupación, les deseo lo mejor (…) No hay mucho más que pueda decir», añade.
No queda claro quién grabó el video. RSF señaló que lo recibió «a través de un intermediario».
Una activista implicada en la campaña para liberar y localizar a Zhang, Jane Wang, publicó en la red social X que aunque la periodista haya sido liberada, «su contacto con el mundo exterior y su vida diaria están bajo vigilancia total».
«Solo dispone de libertad limitada», afirma esta activista basada en Reino Unido.
La oficina de derechos humanos de Naciones Unidas y grupos de activistas habían expresado preocupación por la salud de esta periodista de 40 años, que llevó a cabo varias huelgas de hambre en prisión para protestar contra su condena.
«RSF sigue preocupada por su situación y enfatiza que la libertad parcial no es libertad en absoluto», publicó la oenegé en un comunicado.
«La intervención diplomática continúa siendo crucial para garantizar su liberación completa e incondicional sin demora», agregó.