El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, dijo este miércoles que su esposa, Begoña Gómez, es «una profesional honesta», en respuesta a los ataques de la oposición y del presidente argentino Javier Milei, que la tildó de «corrupta», desatando una crisis diplomática.
«Mi mujer es una profesional honesta, seria y responsable, y mi Gobierno es un gobierno limpio», dijo Sánchez en una sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados.
«Estoy seguro de que pronto la justicia archivará estas dos denuncias falsas», porque «lo único que hay es una colección de bulos y difamaciones», añadió.
Las dos denuncias a las que alude Sánchez llevaron a un juez a abrir una investigación a Begoña Gómez como sospechosa de «tráfico de influencias» y «corrupción», por su presunta relación comercial con una empresa que acabó recibiendo ayudas públicas.
Según el medio digital El Confidencial, los hechos que se investigan se habrían producido cuando Gómez dirigía el IE Africa Center, una fundación relacionada con la escuela de negocios Instituto de Empresa (IE), un cargo que abandonó en 2022.
El Confidencial afirmó que el IE Africa Center firmó en 2020 un acuerdo de patrocinio con una empresa, Globalia, propietaria de la aerolínea Air Europa, que tuvo que ser rescatada por el Gobierno del impacto que tuvo la pandemia de covid en el turismo.
El martes, se supo por la prensa que la Guardia Civil había publicado un informe concluyendo que no había indicios de delito en la actuación de Gómez. La portavoz del Gobierno de Sánchez, Pilar Alegría, dijo que este informe demuestra «que no hay caso».
El líder del primer partido de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, del conservador Partido Popular (PP), no dio por buenas las explicaciones de Sánchez y le amenazó con citarlo a él y su esposa a dar explicaciones en una comisión del Senado.
«Cuanto más tiempo pase sin dar la información que le piden los ciudadanos por la corrupción que le acecha, más evidente hace que usted quiera ocultarla», dijo Feijóo.
El caso de Gómez cobró gran protagonismo desde el fin de semana después de que el domingo Milei la llamara «corrupta» en un mitin de la extrema derecha en Madrid, lo que llevó al Gobierno de Sánchez a exigirle disculpas y a retirar a su embajadora en Buenos Aires.