El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, firmó este martes un acuerdo con Bélgica para recibir 30 cazas F-16 hasta 2028, y aumentó la presión a Estados Unidos para que participe de la cumbre de paz prevista para junio en Suiza.
«Estos aviones F-16 se entregarán a Ucrania lo antes posible», dijo en una conferencia de prensa conjunta el primer ministro belga, Alexander De Croo, luego de la firma del acuerdo bilateral.
De acuerdo con el alto funcionario belga, el objetivo «es poder suministrar el primer avión antes de finales de este año 2024».
A su vez, Zelenski dijo que el compromiso de su gobierno es estar en condiciones de utilizar esos aviones ya este año, y para ello es prioritario concentrarse en el entrenamiento de pilotos.
En un mensaje en la red X, Zelenski destacó que «por primera vez, un acuerdo de este tipo especifica el número exacto de aviones de combate F-16 que se entregarán a Ucrania hasta 2028, y los primeros llegarán ya este año».
El documento firmado «incluye al menos 977 millones de euros [unos mil millones de dólares] en ayuda militar belga a Ucrania este año, así como el compromiso de Bélgica de brindar apoyo a nuestro país durante los diez años de vigencia del acuerdo», indicó.
En la conferencia de prensa conjunta, Zelenski insistió en su pedido para que los aliados occidentales autoricen a Ucrania a utilizar las capacidades militares transferidas para realizar ataques en territorio ruso.
«No podemos poner en riesgo el apoyo de nuestros aliados. Es por esto que no hemos estado utilizando estas armas para realizar ataques en territorio de Rusia. Por favor, concédannos el permiso para hacerlo», dijo.
Ucrania multiplica las presiones para obtener el permiso para utilizar las armas de aliados occidentales en suelo ruso.
Hasta ahora, aliados importantes como Estados Unidos y Alemania se han mostrado reacios a esta posibilidad, por el riesgo de verse arrastrados e involucrados en una escalada generalizada del conflicto, directamente contra Rusia.
– Presión sobre Biden-
En esta misma jornada, el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, dijo que había llegado el momento de equilibrar el riesgo de una escalada generalizada y la necesidad ucraniana de defenderse.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, mencionó el lunes los «objetivos legítimos» en territorio ruso, pero la viceministra alemana de Defensa, Siemtje Moller, dijo que su país tomó la «decisión soberana» de no autorizar el uso de sus armas en tales ataques.
En la conferencia de prensa de este martes, Zelenski aumentó la presión para que más aliados de Ucrania participen de la conferencia sobre la paz para ese conflicto, prevista en junio en Suiza.
Para Zelenski es esencial que su más importante respaldo, el presidente estadounidense Joe Biden, esté presente, y por ello afirmó que caso el dirigente no participe eso equivaldría a aplaudir al presidente ruso Vladimir Putin.
«Si [Biden] no está presente, será como aplaudir a Putin. Aplaudirlo personalmente, y hacerlo de pie», dijo.
Hasta ahora, Biden no ha confirmado su presencia en la reunión, ya que tiene compromisos en el contexto de la campaña para las presidenciales de noviembre en Estados Unidos.
Zelenski acusó a Putin de esforzarse para que esa reunión fracase. El dirigente ruso, dijo Zelenski, «tiene mucho miedo de esa cumbre de paz. (…) Ha estado tratando de hundirla, y sigue haciéndolo».
«Esperamos una respuesta de China. Nos gustaría también tener una respuesta de Brasil», apuntó el mandatario ucraniano, quien el 10 de mayo anunció haber invitado a su homólogo de Argentina, Javier Milei.
Zelenski rechazó una sugerencia brasileña de incluir a Rusia en la cumbre de paz en Suiza, alegando que la presencia de ese país en la reunión «bloqueará todo».
De inmediato, el gobierno ruso consideró «absurda» una cumbre de paz para este conflicto sin la participación de Rusia.
El lunes, Zelenski realizó una visita a España, en que se reunió con el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
En esa visita, España prometió 1.000 millones de euros en ayuda militar a Ucrania, y Zelenski pidió a Occidente «usar todos los medios» para forzar a Rusia a la paz.