El diputado de la Fuerza del Pueblo por Higuey, Hamlet Melo sometió un proyecto de ley que obligaría a la población a votar en las elecciones municipales, congresuales y presidenciales.
La pieza sometida por secretaría el pasado miércoles buscaría disminuir los altos niveles de abstención de la población en las últimas contiendas electorales.
Además de bajar la abstención la iniciativa buscaría evitar, lo que Melo define como la consolidación del autoritarismo en el país.
Elegislador lamenta los altos niveles de abstención que se han registrado en los dos últimos torneos electorales del país y alega que todos los ciudadanos mayores de edad deben estar obligados a sufragar, lo que resulta un absurdo.
Las sanciones
Detalla El Nacional que la pieza propone que la Junta Central Electoral (JCE) elabore un reglamento para establecer las sanciones de lugar para los que no acaten la disposición de votar en las elecciones.
El artículo 208 de la actual constitución dominicana prohíbe la obligatoriedad del voto y dice que a nadie se puede cohesionar para que acuda a las urnas a ejercer su derecho y deber al voto.
Melo en su proyecto no establece ninguna consecuencia por dejar de votar, sino que remite a la JCE la elaboración de un reglamento con regímenes de repercusiones contra quienes no acudan a votar en cualquiera de los niveles de elección.
«Al incrementar la participación electoral, esta ley contribuirá a una representación más equitativa y diversa en los órganos legislativos y ejecutivos, reflejando de manera más precisa la voluntad popular y promoviendo la inclusión de todas las voces en el proceso político», señala Melo.
Para el legislador el voto obligatorio permitiría una mayor participación democrática, pero que en realidad obliga a ejercer un derecho, y haría que todos los ciudadanos obligados contribuyan activamente con la selección de sus representantes, aunque no sean de su agrado, supuestamente fortaleciendo así la legitimidad bajo presión de una ley de los gobiernos electos.
Opina el legislador de la Fuerza del Pueblo que la ley que obligaría la gente a votar combatiría «la apatía política y la abstención electoral» al establecer un mandato legal para la participación en los comicios, algo insólito en un país se considere democrático.