México comenzó el lunes una nueva etapa tras la elección de su primera presidenta, Claudia Sheinbaum, un hito celebrado por millones en el mundo, pero que también inquieta a sus adversarios ante la creciente hegemonía de la izquierda.
Sheinbaum, una científica de 61 años, logró una victoria apabullante con más de 30 puntos de ventaja sobre la opositora Xóchitl Gálvez, y obtuvo una mayoría de 2/3 en la Cámara de Diputados y posiblemente en el Senado.
Gálvez, senadora de centroderecha, aceptó el resultado final, pero el lunes anunció que denunciará la elección ante instancias electorales por «competencia desigual» y por la violencia política.
«Nos enfrentábamos a una competencia desigual contra todo el aparato del Estado, dedicado a favorecer a su candidata», dijo en la red social X.
El oficialismo también conservó el gobierno de Ciudad de México, su bastión hace casi 30 años. Sheinbaum es la presidenta electa más votada en la historia de este país, de 129 millones de habitantes y 12ª economía mundial.
Los mercados reaccionaron con una depreciación del peso mexicano de 4,3% a 17,7 unidades por dólar, según cifras de Banxico (central), frente a 16,96 del viernes pasado. La bolsa se desplomó un 6%.
En el primer anuncio sobre su gabinete, Sheinbaum dijo la tarde del lunes que ratificará al secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.
«Es un hombre con gran reconocimiento nacional e internacional, honesto, conocedor, profesional, es un gran servidor público que da certeza del buen manejo financiero y económico», escribió la presidenta electa en X.
Desde el estadounidense Joe Biden al ruso Vladimir Putin, pasando por mandatarios latinoamericanos y la Unión Europea, el mundo saludó la elección de Sheinbaum, un giro en un país de tradición machista duramente golpeado por la violencia del narcotráfico y de género.
Unas 450.000 personas han sido asesinadas y cerca de 100.0000 fueron desaparecidas desde 2006, cuando se militarizó la lucha antidrogas.
Unas diez mujeres en promedio son asesinadas cada día en el país, según la ONU.
– Entusiasmo –
Tras los contundentes resultados, en México se respira entusiasmo entre los seguidores de Sheinbaum y su popular mentor, Andrés Manuel López Obrador, que le entregará la banda presidencial el 1 de octubre.
«La gente está despertando (…) y los grupos sociales se están volcando a reconocer este cambio», dijo María Gordillo, de 37 años, que celebró la victoria de Sheinbaum en el Zócalo de Ciudad de México, entre mariachis y fuegos artificiales.
Es la muestra de «lo feliz que estamos con la chamba (trabajo) que ha hecho el presidente. No nos lo inventamos», señaló, de su lado, María Fernanda Vela, de 27 años, en alusión a los programas sociales que ayudan a AMLO -acrónimo del mandatario- a tener una aprobación de 66%.
El fin del proceso electoral no frenó sin embargo la violencia. El domingo, tras el cierre de urnas, fue asesinado Yonis Baños, candidato a una alcaldía en el estado de Oaxaca (sur).
Y la tarde de este lunes, Yolanda Sánchez, alcaldesa del conservador Partido Acción Nacional (PAN) del municipio de Cotija, Michoacán, fue asesinada a balazos cerca de una plaza de esa localidad.
Sánchez ya había sido víctima de un secuestro en Jalisco, vecino de Michoacán, cuando salía de un centro comercial en compañía de dos mujeres. Fue liberada por su plagiadores tres días después.
Según reportaron entonces medios locales, los plagiadores pertenecían al poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), quienes habrían amenazado a la alcaldesa por oponerse a que el grupo criminal tomase el control de la policía de su municipio.
Durante el proceso electoral fueron asesinados una treintena de aspirantes a cargos locales.
A la par del optimismo, algunos mexicanos ven con preocupación el creciente poder del partido oficialista Morena, que el domingo aumentó a 24 el número de estados que gobierna, de un total de 32.
«Todo lo que se avanzó para desmantelar el viejo presidencialismo del PRI, ahora está seriamente en riesgo», opina Jorge Romero, politólogo de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Romero evoca al partido que gobernó México durante 70 años ininterrumpidos hasta 2000, bajo la sombra del autoritarismo y la corrupción.
Si logra una «supermayoría» de 2/3 en ambas cámaras del Congreso, Sheinbaum podría sacar adelante reformas constitucionales propuestas por AMLO, incluidas algunas muy polémicas como la elección de jueces de la Suprema Corte y otros magistrados por voto popular, y aumentar las pensiones.
El máximo tribunal ha frenado varias iniciativas del presidente, que lo acusa de estar al servicio de la «mafia del poder».
«La aplastante victoria de Morena significa menos controles y equilibrios, lo que aumenta los riesgos institucionales y regulatorios», advierte Arantza Alonso, de la consultora de análisis de riesgos Verisk Maplecroft.
– Mercados reaccionan –
La reacción adversa de los mercados «subraya la inquietud por una probable supermayoría en ambas cámaras que finalmente permitirá al gobierno llevar a cabo reformas constitucionales», apuntó Oxford Economics.
Sheinbaum enfrenta el reto de mantener las ayudas directas de AMLO para jóvenes y ancianos, pero hereda un déficit fiscal de casi 6% del PIB y un bajo crecimiento.
Tras su elección, Sheinbaum intentó tranquilizar a los mercados al aclarar que practicará la «austeridad republicana» pregonada por López Obrador, así como la «disciplina financiera y fiscal».