Un primer contingente de policías kenianos llegó este martes a Puerto Príncipe, en el marco de una misión internacional para restablecer la seguridad en Haití, un país sacudido por la violencia de las pandillas.
Un avión de la aerolínea nacional Kenya Airways aterrizó por la mañana en el aeropuerto de la capital haitiana con 200 policías a bordo.
El jueves llegará un segundo contingente de policías, informó una fuente del gobierno haitiano.
«Es una oportunidad única» para restablecer la seguridad en el país, declaró este martes el primer ministro interino, Garry Conille.
Kenia prometió enviar a un millar de policías a Haití para esta misión, cuya duración inicial será de un año y en la que también se comprometieron a participar Bangladés, Benín, Chad, Bahamas y Barbados.
El despliegue de esta fuerza, que tendrá unos 2.500 agentes, fue aprobado por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en octubre, pero tardó en concretarse.
La misión ha suscitado críticas en Kenia, donde la justicia retrasó el envío de agentes.
– Una tarea ardua –
El presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró este martes en un comunicado que el contigente keniano «aportará un alivio muy necesario a los haitianos».
El mandatario se mostró «muy agradecido con los países que han prometido su apoyo con personal y recursos financieros para esta misión», y recordó que Estados Unidos es el que más dinero ha aportado a ésta con «más de 300 millones de dólares» en fondos y «hasta 60 millones de dólares en material».
La tarea de los integrantes de la misión internacional en Haití se presenta muy complicada.
El país sufre una inestabilidad política crónica desde hace décadas, y en los últimos meses se ha enfrentado a un recrudecimiento de la violencia de las pandillas, que controlan el 80% de la capital, Puerto Príncipe.
La situación se deterioró a finales de febrero, cuando grupos armados lanzaron ataques coordinados en Puerto Príncipe para derrocar al entonces primer ministro Ariel Henry.
Desde entonces se han designado autoridades de transición, incluido el primer ministro interino Conille, el objetivo de restaurar la estabilidad.
– 600.000 desplazados –
La violencia criminal ha provocado una grave crisis humanitaria en Haití, donde el número de desplazados internos ha aumentado en un 60% desde marzo y asciende a casi 600.000 personas, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La misión respaldada por la ONU, en la que Estados Unidos está muy implicado desde el punto de vista logístico aunque sin aportar tropas, tiene como objetivo apoyar a la policía haitiana en la lucha contra las bandas que aterrorizan a la población.
Haití «espera que esta misión multinacional sea la última que contribuya a estabilizar el país para que pueda renovar su personal político y volver a una democracia efectiva», escribió Conille en la red social X.
La hoja de ruta del nuevo gobierno incluye la celebración de elecciones en el país caribeño, cuyos habitantes no han sido convocados a las urnas desde 2016.