Un primer contingente de policías kenianos llegó este martes a Puerto Príncipe, en el marco de una misión internacional para restablecer la seguridad en Haití, un país sacudido por la violencia de las pandillas.
Un avión de la aerolínea nacional Kenya Airways aterrizó poco antes de las 14H00 GMT en el aeropuerto de la capital haitiana con los policías a bordo.
El avión había despegado de Nairobi el lunes por la noche, después de que el presidente keniano, William Ruto, visitara a los agentes.
«Esta misión es una de las más urgentes, importantes e históricas de la historia de la solidaridad mundial», declaró el jefe de Estado en una ceremonia celebrada a puerta cerrada, según la oficina presidencial keniana.
Kenia propuso enviar a un millar de policías a Haití para esta misión, cuya duración inicial será de un año y en la que también se comprometieron a participar Bangladés, Benín, Chad, Bahamas y Barbados.
El despliegue de esta fuerza, aprobado por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en octubre, fue duramente criticado en Kenia.
El país africano afronta este martes una situación caótica en la capital, Nairobi, donde al menos cinco personas murieron y 31 resultaron heridas en protestas antigubernamentales, según varias oenegés.
– Una tarea ardua –
La violencia criminal ha provocado una grave crisis humanitaria en Haití, donde el número de desplazados internos ha aumentado en un 60% desde marzo y asciende a casi 600.000 personas, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La misión respaldada por la ONU, en la que Estados Unidos está muy implicado desde el punto de vista logístico aunque sin aportar tropas, tiene como objetivo apoyar a la policía haitiana en la lucha contra las bandas que aterrorizan a la población.
El presidente estadounidense, Joe Biden, celebró este martes la llegada del contigente keniano.
«Con el firme apoyo de Estados Unidos, las fuerzas kenianas (…) han llegado a Haití, dando comienzo a un esfuerzo que aportará un alivio muy necesario a los haitianos», declaró en un comunicado.
Biden se mostró «muy agradecido hacia los países que han prometido su apoyo con personal y recursos financieros para esta misión», y recordó que Estados Unidos es el que más dinero ha aportado a ésta con «más de 300 millones de dólares» en fondos y «hasta 60 millones de dólares en material».
El primer ministro interino Garry Conille escribió, por su parte, en la red social X que Haití «espera que esta misión multinacional sea la última que contribuya a estabilizar el país para que pueda renovar su personal político y volver a una democracia efectiva».
La tarea de los integrantes de la misión internacional en Haití se presenta muy complicada.
El país sufre una inestabilidad política crónica desde hace décadas, y en los últimos meses se ha enfrentado a un recrudecimiento de la violencia de las pandillas, que controlan el 80% de la capital, Puerto Príncipe.
La situación se deterioró a finales de febrero, cuando grupos armados lanzaron ataques coordinados en Puerto Príncipe para derrocar al entonces primer ministro Ariel Henry.
Desde entonces, se han designado autoridades de transición, incluido el primer ministro interino, con la tarea de restaurar la estabilidad.