El 3D es el mayor avance en la industria del cine desde la llegada del color en la década de los 30s… qué?’

Ese optimismo reinaba cuando a inicios de siglo las películas en tercera dimensión comenzaron a tomar una relevancia gigantesca, y en algún momento gente como James Cameron, uno de los defensores más fervientes de esta tecnología argumento que pronto el 3D superaría al 2D convencional.



Avatar dominaba las taquillas, y las cadenas de cine, productoras y distribuidoras de cine empezaron a invertir y a invertir en lo que aparentemente era el futuro… De 1297 salas en 3D en el 2007 se pasó a 87,000 en el 2016. TODO era 3D, parecía que todos los contratiempos que esta técnica había experimentado a lo largo del cine habían llegado a su fin.



Y cuando todo estaba listo para la transición masiva y definitoria que mataría el cine tal y como lo conocemos… simplemente la gente se aburrió de verlo. Y ese altísimo ascenso representó también una grandísima caída que dejó al 3D en un estado crítico