El obispo de la Diócesis Nuestra Señora de La Altagracia, Jesús Castro Marte, criticó a las autoridades por no poner orden en los centros de bebidas denominados colmadones y en los motoristas que realizan competencias en Higüey, provincia La Altagracia.

Estas aseveraciones las hizo Castro Marte durante la homilía celebrada este domingo en la basílica de Higüey.



«Por ahí hay un colmadón donde han muerto dos personas y no dejan pasar a nadie. Yo soy testigo, pasé y duré cinco minutos para poder cruzar por dicho lugar», apuntó.

Expuso que respeta el trabajo del dueño del centro de bebidas y su dignidad. «Respeto lo que usted hace, pero haga las cosas bien hechas».



Argumentó que este no debe tomar las calles para ampliar su centro de bebidas y prolongar el colmado.

Expuso que los vecinos que viven alrededor de ese colmadón y las autoridades tienen los oídos cerrados, los ojos ciegos y no dicen nada.

Argumentó que esa realidad no solo se da en un solo sector, sino en todo Higüey. También, expuso que hay un descontrol de sonidos, una bailadera y una tomadera sin límites en el municipio.

A su juicio, esos eventos producen que el pueblo esté dormido en lugar de unirse en contra de esos males y tratar de progresar.

«Si seguimos así», comentó, «Higüey entre unos años será un centro de muchachos jóvenes enfermos con las drogas, el alcohol y por todos los males, y los vicios del pecado y de la muerte», indicó.

Expuso que ya está bueno. «Alguien se lo tiene que decir a ese señor. Yo no soy autoridad, pero todos esos colmadones que impiden el tránsito en Higüey, que se pasan de la hora y no cumplen con las leyes, ni el civismo, ni el pudor ni la responsabilidad».

De acuerdo al Diario Libre, criticó, además, a los motoristas que hacen competencias y provocan accidentes lamentables.

Se preguntó si es cierto que las autoridades no se dan cuenta de que los motoristas hacen competencias en plena vía, en la circunvalación.

Citó que allí se reúnen más de 400 motoristas a hacer competencias. «¿Es que no tienen ojos para ver, ni oídos para escuchar, pero tampoco tienen autoridad?».