La declaración ante el juez de la esposa del presidente del gobierno español, Begoña Gómez, investigada por presunta corrupción y tráfico de influencias, fue aplazada al 19 de julio, lo que prolonga un asunto que se ha convertido en una pesadilla para Pedro Sánchez.
Al iniciarse la audiencia, el abogado de Gómez alegó que no les notificaron una de las querellas contra su defendida, por lo que el juez decretó la suspensión de la declaración para que prepare la defensa, según informaron fuentes judiciales.
Gómez había llegado momentos antes al juzgado ubicado en el norte de Madrid, al cual ingresó a escondidas de los numerosos periodistas instalados en la puerta.
Fuera del tribunal, que era objeto de fuertes medidas de seguridad, algunas personas se manifestaban contra Gómez con banderas de España y pancartas que la llamaban «mafiosa».
El caso se centra en los contratos públicos adjudicados al empresario Juan Carlos Barrabés, que tenía relaciones profesionales con Begoña Gómez.
Pero el presidente del gobierno español ha defendido la inocencia de su esposa, alegando que «no hay nada» en el dossier contra ella y enmarcando la cuestión en una «estrategia judicial de acoso y derribo» al Ejecutivo de izquierdas.
– «Falta de ética y estética» –
Junto a la amnistía a los independentistas catalanes, el caso de Gómez centra desde hace semanas los ataques de la oposición de derechas, que no pierde ocasión de criticar a Sánchez, cuyo hermano también está siendo investigado en otra causa.
Los negocios de Gómez «no pueden afectar a la cosa pública, porque independientemente del proceso judicial, es extraordinariamente grave la falta de ética y de estética que se ha cometido (…) con el conocimiento del presidente del gobierno», lanzó este viernes Borja Sémper, portavoz del conservador Partido Popular, el principal de oposición.
«Lo que esperamos todos los españoles es que declare Pedro Sánchez ante la opinión pública española y dé explicaciones, y nos cuente por qué, sabiendo que estaba sucediendo esto, no hizo nada», subrayó en una entrevista en la cadena Telecinco.
De su lado, la portavoz del gobierno, Pilar Alegría, reiteró uno de los argumentos de la defensa: que el caso emana de «una denuncia falsa» por parte de dos organizaciones vinculadas con la extrema derecha.
«Máxima tranquilidad, porque sabemos eso, que hay una denuncia falsa, y que no hay nada» contra Gómez, dijo Alegría a los periodistas.
A finales de abril, el anuncio de la apertura de la investigación preliminar a Gómez provocó un terremoto político.
Para sorpresa general, Sánchez anunció entonces que consideraba renunciar y se tomó cinco días para reflexionar y tomar una decisión. Finalmente, se quedó en el poder.
– «No soy ingenuo» –
A principios de junio, pocos días antes de las elecciones europeas, la citación formal del tribunal de Madrid a Gómez para declarar reavivó los llamados de la derecha a la dimisión de Sánchez.
«El responsable de todo lo que está ocurriendo en relación con los negocios o con la actividad comercial, mercantil, de su mujer, es su marido», afirmó el martes a la radio Onda Cero Alberto Núñez Feijóo, el líder del Partido Popular.
«No soy ingenuo, sé por qué hacen esto», dijo el socialista Sánchez el lunes en la radio Cadena Ser, denunciando que sus contrincantes políticos intentaban «desde el punto de vista político acabar con este Gobierno de coalición progresista».
La investigación a Begoña abarca sus actividades en el periodo durante el cual Sánchez ha sido presidente del Gobierno, explicó el martes el juez Juan Carlos Peinado, en una respuesta a la defensa que reclamaba información.
La fiscalía europea, de su lado, asumió la parte de la investigación relativa a la utilización de fondos europeos, confirmó la institución a la AFP.
Licenciada en marketing por la universidad privada Esic de Madrid y con un máster en gestión, la esposa de Sánchez se ha especializado a lo largo de los años en la recaudación de fondos, especialmente para fundaciones y oenegés.
Su trayectoria profesional la ha llevado a ocupar varios puestos de responsabilidad, como en Inmark Europa, una empresa de consultoría empresarial, y en un departamento de la Universidad Complutense de Madrid.