Más que una «piedra», la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024 trajo una «montaña» al «edificio» olímpico, saludó este sábado el Comité Olímpico Internacional (COI), un día después de un show sin precedentes en el río Sena.
«Cada edición aporta su piedra al edificio», pero aquí «nosotros trajimos una montaña, no es una piedra pequeña», dijo el director ejecutivo del COI, Christophe Dubi, durante una rueda de prensa conjunta con los jefes del comité organizador (COJO), Tony Estanguet, y del equipo artístico, Thomas Jolly y Thierry Reboul.
El chaparrón que bañó a París durante las cuatro horas del espectáculo obligó a que los responsables se adaptaran «al segundo», con los bailarines y músicos abandonando «algunos de los tejados parisinos más empinados», explicó Reboul.
El director ejecutivo de las justas aprovechó para felicitar a los artistas, destacando que todos quisieron hacer parte del espectáculo: «Ninguno no quiso» participar.
Jolly, que orquestó la ceremonia, afirmó por su parte que su «deseo» era «no ser subversivo y escandalizar».
«Anoche se trató de las ideas republicanas de benevolencia e inclusión», dijo el prestigioso director de teatro, víctima de «acoso» cuando era niño.
«Es el espíritu de París el que se ha mezclado con el espíritu olímpico», dijo también en referencia a la lluvia torrencial y al lema de la ciudad en latín «Fluctuat nec mergitur» («Batida por las olas, pero no hundida»).
Por otro lado, Estanguet fue preguntado sobre el gran espacio reservado para una secuencia del conglomerado francés de lujo LVMH durante la ceremonia de inauguración, criticado en redes sociales.
«Contribuyó a que se convirtiera en socio», afirmó.
Y saludó el «momento único» de esta ceremonia, cuya propuesta de realizarse al aire libre fue muy debatida, en particular por temores relacionados con la seguridad.
«No hubo problemas de seguridad», subrayó, valorando que fue una «ceremonia comprometida», con «mensajes contundentes».