Ganar la medalla de oro olímpica y, por qué no, soñar con batir o acercarse al récord del mundo: la atleta dominicana Marileidy Paulino se mostró ambiciosa e ilusionada en una entrevista con la AFP en París.
La vigente campeona mundial de los 400 metros no lo tendrá fácil para quebrar esa plusmarca, los 47 segundos y 60 centésimas que están en pie desde que la alemana Marita Koch la estableciera en 1985.
Paulino (27 años), que tiene como mejor marca personal 48.76, se dio a conocer con las dos platas olímpicas logradas en Tokio en 2021 (400 metros y relevo 4×400 metros mixto) y sueña ahora sin complejos con subir a lo más alto del podio.
Pregunta: ¿Qué supuso para usted ser la abanderada de República Dominicana en una ceremonia de apertura olímpica tan singular como la de estos Juegos de París?
Respuesta: «La ceremonia de inauguración fue increíble ya que fue la primera vez para mí llevando la bandera dominicana, junto con (el gimnasta) Audrys Reyes. Muchos atletas desearían poder vivir esa experiencia. Y en un barco, además. Gracias a Dios, la lluvia al final no ha afectado porque cuando me cae un poco de agua tiende a darme gripe de una vez y me dura dos semanas, pero gracias a Dios que no me pasó. No conocía París de manera tan completa como por la trayectoria que hicieron en la ceremonia, fue increíble, la verdad».
Pregunta: ¿En qué estado llega a esta competición?
Respuesta: «Me he preparado super bien para estos Juegos Olímpicos. Física y mentalmente estoy más que preparada, sé lo que voy a hacer en cada carrera. Solo hay que esperar que llegue el día. La Marileidy que llegó a Tokio no era conocida, no había conocido tanto a los contrincantes. Ahora ya mucha gente me conoce, haber conseguido un título mundial me hace estar en el foco de las atletas. Físicamente estoy bien y soy una de las favoritas».
P: El año pasado antes del Mundial de Budapest llegó como la principal favorita y ganó. ¿Está este año más abierta la pugna por el título?
R: «Actualmente no estoy en el ranking número 1 (de los mejores tiempos de la temporada, donde va séptima), puede que no me vean como favorita, pero ya la gente sabe mi potencial y lo que yo puedo dar. Gracias a Dios todo está bien y no pienso en eso. Son muchos meses anteriores los que he trabajado para poder llegar aquí (…) Yo me sentiría satisfecha en los Juegos con un 47 (bajar de 48 segundos) y con la medalla de oro».
P: ¿Se sigue sintiendo capaz de batir el récord del mundo algún día?
R: «Pienso que sí, que Dios ha depositado un talento en mí, pero debo esperar su momento. En estos Juegos Olímpicos, en los próximos o en el próximo Mundial, pero quizás algún día podré intentarlo. Tengo todas las condiciones para poder hacerlo».
P: ¿Le afecta la presión de ser la gran esperanza de medalla de su país?
R: «Soy de las personas que no me presiono. Yo vivo lo que hago, amo lo que hago. Trato de relajarme, de pensar en otras cosas que no sea en algo que me genere presión».
P: ¿Ha gestionado bien convertirse rápidamente en una estrella del atletismo y reconocida internacionalmente?
R: «Yo lo llevo bien, tranquila, con los pies en la tierra, siempre con humildad y sin menospreciar a ningún atleta porque todo el mundo tiene su talento y tiene ese esfuerzo. Yo no tengo por qué minimizar a las demás personas. Yo vengo de abajo».
P: En el deporte el atletismo no fue su primera opción, ¿cómo llegó a este deporte?
R: «Yo empecé en el balonmano y luego pasé al atletismo. Al principio el atletismo no era un deporte que yo quería, sino que yo lo hacía por la necesidad, pero ya se ha convertido en algo que yo quiero. Cuando yo pertenecía a la preselección de balonmano, mandaron a cada cual a su casa por algo que surgió y me llamaron del atletismo. Voy para allá, entreno, conozco al profe… El primer día me voy para mi casa porque el primer día la práctica era muy fuerte, no aguanté, y ya con el tiempo me fui adaptando a lo que era la práctica y la preparación física».
P: ¿Cuáles son los modelos que le han inspirado como atleta?
R: «Yo tenía como modelo a una atleta que era de 100 y 200 metros, Dafne Schippers, pero también he tenido siempre admiración por Allyson Felix y por Shelly-Ann Fraser-Pryce, yo siempre he dicho que ellas son las madres del atletismo».