El líder del movimiento libanés Hezbolá prometió este martes represalias contra Israel «sin importar las consecuencias», tras los asesinatos del jefe político de Hamás y del mando militar de su organización, en medio de las maniobras diplomáticas para evitar una escalada de la guerra en Gaza.
El jefe del movimiento chiita Hezbolá, Hasán Nasrala, afirmó que su organización e Irán están «obligados a tomar represalias», después del ataque que mató el 31 de julio en Teherán al jefe político del grupo islamista palestino Hamás, Ismail Haniyeh, y del asesinato en un bombardeo del mando militar de su organización, Fuad Shukr, unas horas antes en Beirut.
En un discurso televisado, Nasrala afirmó que Hezbolá actuará solo o en el marco de una «respuesta coordinada» del denominado eje de la resistencia, que incluye a los movimientos afines a Irán en Oriente Medio, «sin importar las consecuencias».
Poco antes del pronunciamiento de Nasrala, cazas de la fuerza aérea israelí sobrevolaron a baja altura la capital de Líbano, rompiendo la barrera del sonido y sembrando el pánico entre la población de Beirut.
La guerra en la Franja de Gaza, que estalló tras el ataque del movimiento islamita palestino Hamás el 7 de octubre en territorio israelí hace casi 10 meses intensificó la tensión en Oriente Medio.
En respuesta, Israel prometió destruir Hamás, que gobierna Gaza desde 2007, y lanzó una ofensiva contra el territorio palestino.
El conflicto atizó las tensiones en Oriente Medio y la crispación se intensificó después de que Haniyeh fuera asesinado durante una visita a Teherán, un ataque que tanto Hamás como Irán atribuyeron a Israel, pero que las autoridades israelíes no han comentado.
Israel reivindicó unas horas el bombardeo en un suburbio de Beirut, que mató a Shukr.
– Israel en alerta –
Israel afirma estar «preparándose para todos los escenarios».
Estados Unidos, el principal aliado de Israel, afirmó el lunes que trabaja «día y noche» para evitar una escalada militar en Oriente Medio.
Durante una reunión de emergencia el lunes en la Casa Blanca, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, lanzó un llamado a la moderación.
«Estamos inmersos en una intensa diplomacia día y noche con un mensaje muy simple: todos los protagonistas deben evitar la escalada», insistió Blinken.
El presidente estadounidense, Joe Biden, llamó el lunes al rey Abdalá II de Jordania.
Blinken habló con el primer ministro de Catar, con el ministro de Relaciones Exteriores de Egipto y con el primer ministro de Irak, ante la posibilidad de ataques de grupos armados iraquíes respaldados por Irán.
El presidente francés, Emmanuel Macron, su homólogo emiratí Mohamed bin Zayed al Nahayane y el príncipe heredero saudita Mohamed bin Salmán pidieron a su vez a «todos los actores» de Oriente Medio «moderación».
El presidente iraní, Masud Pezeshkian, declaró el lunes que su país no busca «extender (…) la guerra», pero que Israel «recibirá sin duda una respuesta a sus crímenes y a su arrogancia».
La Organización para la Cooperación Islámica (OCI) se reúne el miércoles por una petición de «Palestina e Irán» para llegar a «una posición islámica unificada» en la región.
Tanto Hezbolá como los rebeldes hutíes de Yemen, respaldados por Irán, abrieron frentes contra Israel desde que empezó la guerra en Gaza, en «apoyo» a los palestinos.
En la frontera entre Israel y Líbano, los intercambios de disparos son casi diarios. Seis combatientes de Hezbolá murieron el martes en bombardeos israelíes en el sur de Líbano, afirmó una fuente de seguridad libanesa a AFP.
– Doce muertos en operaciones israelíes en Cisjordania –
Muchos países pidieron a sus ciudadanos que abandonasen Líbano y varias compañías aéreas suspendieron sus vuelos a Beirut.
El ejército israelí prosigue mientras su ofensiva contra Hamás en Gaza.
El ataque de Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel dejó 1.197 muertos, la mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en datos oficiales israelíes. El ejército israelí confirmó este martes la muerte de la última persona reportada como desaparecida desde el asalto.
Los combatientes islamistas tomaron 251 rehenes, de los cuales 111 siguen secuestrados en Gaza aunque 39 de ellos están muertos, según el ejército israelí.
La ofensiva israelí en Gaza ha dejado hasta ahora 39.653 muertos, según el Ministerio de Salud del territorio, que no detalla el número de civiles y combatientes muertos.
La guerra en Gaza empeoró la situación en Cisjordania, un territorio ocupado por Israel desde 1967 y las autoridades palestinas informaron este martes que 12 personas murieron en tres operaciones lanzadas por el ejército israelí.