La cifra de abortos en Estados Unidos ha aumentado desde que la Corte Suprema permitió a los estados promulgar legislaciones más estrictas para este procedimiento, según un estudio publicado el miércoles.
Los resultados de una encuesta de la organización de planificación familiar Society of Family Planning (SFP), que defiende el acceso al aborto, mostró un promedio mensual de 98.990 casos en el primer trimestre de 2024, un aumento con respecto al mismo periodo de 2022 y 2023.
La organización atribuyó una gran parte de este aumento a un mayor acceso a las píldoras abortivas por medio de servicios de telemedicina.
La proporción de abortos en el país que ocurren vía telemedicina subieron del 4% al 20% desde abril de 2022, indicó el informe.
La Corte Suprema, de mayoría conservadora, anuló el derecho de acceso al aborto en Estados Unidos en junio de 2022 al anular la sentencia Roe Vs. Wade, y desde entonces muchos de los estados gobernados por republicanos han acelerado normas para restringir o prohibir el procedimiento.
Sin embargo, los estados gobernados por demócratas han promulgado las que se han denominado como «leyes escudo» que otorgan protección legal a doctores que atienden pacientes -a través de consultas por medio de telemedicina- en estados con restricciones.
Incluso, excluyendo los abortos que ocurren bajo dichas leyes de protección, «aún observamos más abortos al mes entre enero-marzo de 2024 (promedio mensual de 89.770 abortos) comparados con el mismo periodo en 2023 (promedio mensual de 86.967 abortos)», detalla la SFP en su reporte.
En tanto, bajo las leyes escudo, el reporte halló un promedio mensual de 9.200 abortos provistos en el periodo enero-marzo de 2024, un 16% más que en el mismo trimestre de 2023.
La encuesta de SFP encontró, sin embargo, una baja sensible de casos en los estados donde se aprobaron mayores restricciones desde junio, en particular en Texas, Georgia, Tennessee, Luisiana y Alabama.
Actualmente 22 estados tienen duras restricciones al aborto y el tema está entre los que generan fuerte división en Estados Unidos y que figuran como decisivos de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.