En la Franja de Gaza, bombardeada por Israel desde hace más de 10 meses y transformada en un campo de ruinas, contar los fallecidos es un reto. ¿Cómo procede el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás para establecer su balance, actualmente de más de 40.000 muertos?
Los cadáveres son identificados por los elementos encontrados en ellos o por un familiar cercano, constataron periodistas de AFP que visitaron varias veces los hospitales.
La información personal de los fallecidos se ingresa en una base de datos informatizada del Ministerio de Salud palestino en Gaza, incluidos nombre, sexo, fecha de nacimiento y número de identificación del fallecido.
Cuando los cuerpos no son identificados, por estar irreconocibles o bien porque nadie los reclama -ya que a veces familias enteras mueren en un ataque-, los trabajadores sanitarios los registran con un número y la mayor cantidad de información posible.
Se recoge cualquier pista, como joyas, relojes, teléfonos o marcas de nacimiento, y se las fotografía.
– «Registro central» –
El Ministerio de Salud de Gaza también explicó en varios comunicados el procedimiento seguido para recopilar el balance.
En los hospitales bajo la supervisión de la administración de Hamás, la «información personal y el número de identidad» de cada palestino abatido durante la guerra se ingresa en la base de datos informatizada del establecimiento tras la llegada del cuerpo o después de su muerte, en el caso de los que son ingresados heridos.
Estos datos se transmiten diariamente al «registro central de mártires» del ministerio.
En cuanto a los fallecidos trasladados a hospitales privados, su información personal se consigna en un formulario que se envía en «un plazo de 24 horas» al ministerio para ser integrado en la base de datos central.
«El centro de información», servicio dedicado del ministerio, se encarga de verificar la información proporcionada por los hospitales públicos y privados para «asegurarse de que no contenga duplicados o errores» antes de registrar los nombres en la base de datos.
Las autoridades palestinas también piden a los habitantes de Gaza reportar la pérdida de un familiar en un sitio internet del Ministerio de Salud, que utiliza estos datos para sus verificaciones.
En el ministerio trabajan funcionarios que dependen tanto de la Autoridad Palestina, con sede en Ramalá, como de Hamás, movimiento rival que tomó el poder en Gaza en 2007.
– Correlación entre datos oficiales y oficiosos –
Una investigación de la ONG Airwars, especializada en el impacto de las guerras en los civiles, analizó cerca de 3.000 nombres de personas abatidas y estableció «una fuerte correlación entre los datos oficiales […] y lo que los civiles palestinos informan en línea».
El estudio señala que, con el paso de la guerra, las estadísticas del ministerio «se volvieron menos precisas», estimando que los daños sufridos por el sistema de salud dificultan la tarea.
De las 400 computadoras del hospital Nasser, uno de los últimos establecimientos de salud que opera parcialmente en el sur de la Franja de Gaza, solo 50 funcionan, explicó el director, Atef al Hut.
Si bien las autoridades israelíes cuestionan regularmente las estadísticas de Hamás –que no discriminan los civiles de los combatientes– el ejército y el primer ministro no cuestionan la magnitud del balance global.
En Gaza los servicios de prensa del gobierno de Hamás estiman que cerca del 70% de los 40.005 fallecidos son mujeres (alrededor de 11.000) y «niños» (al menos 16.300).
El ataque de Hamas el 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel causó la muerte de 1.198 personas, en su mayoría civiles, según un recuento basado en datos oficiales israelíes.
Los balances diarios publicados por el Ministerio de Salud de Hamás fueron cuestionados, especialmente por el presidente estadounidense Joe Biden, que dudó de su credibilidad al comienzo del conflicto.
Sin embargo en marzo mencionó «miles y miles» de civiles muertos, sin pronunciarse más sobre la veracidad de las estadísticas del ministerio, que también contabiliza los heridos.
Los balances son citados por la mayoría de las organizaciones internacionales y varias agencias de la ONU, especialmente la que se encarga de los refugiados palestinos (UNRWA), consideran que las estadísticas son creíbles.