La temporada ciclónica de este año podría ser más intensa de lo esperado, según el meteorólogo John Morales. Los factores climáticos como el aumento de la temperatura del mar y el desarrollo inminente del fenómeno La Niña están creando condiciones propicias para una mayor actividad de huracanes.
Morales explicó en una entrevista que hizo Noticias SIN, que el desarrollo de La Niña, previsto para este otoño específicamente entre los meses de agosto y octubre, es un indicador crucial de la intensificación de la temporada. «Durante La Niña, los vientos en altura tienden a ser más débiles, lo que favorece la formación y fortalecimiento de ciclones tropicales en el Atlántico», señaló.
La combinación de un Atlántico con temperaturas superiores a lo normal y la influencia de La Niña sugiere que en el Caribe y la costa este de Estados Unidos podrían enfrentar una temporada con mayor actividad ciclónica.
«No estamos viendo los factores que normalmente limitan la formación de tormentas, como vientos en altura fuertes que podrían cortar el desarrollo de los ciclones», agregó Morales.
En la entrevista se le consultó al meteorólogo qué medidas debían de tomar personas que vivan en zonas vulnerables ante estos posibles fenómenos que se podrían presentar en los próximos meses a lo que el indico que «lo más importante es precisamente saber qué tan vulnerable es el hogar de cada familia».
Es crucial que los residentes determinen si su vivienda está en una zona propensa a inundaciones o si su estructura, como el techo, las ventanas y las puertas, puede resistir vientos ciclónicos. «Si no está seguro, pregúnteles a las autoridades, como la defensa civil, por ejemplo», recomendó.
Una vez conocida la vulnerabilidad del hogar, las familias pueden decidir si necesitan desalojar en caso de una amenaza de huracán o si su residencia es lo suficientemente resiliente para resistir a los fuertes vientos de estos fenómenos.
Morales también sugirió la formulación de un plan de acción familiar que incluya pasos para fortalecer la residencia, así como la adquisición de suministros necesarios para soportar tanto el impacto, como los días posteriores, que a menudo presentan desafíos adicionales del huracán o cualquier otra situación que pueda afectarnos.