El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, pidió más fondos para la fuerza internacional de seguridad en Haití, un país devastado por la violencia pandillera, e instó a las autoridades a avanzar hacia la celebración de elecciones.
El secretario de Estado, que anunció una nueva ayuda humanitaria de 45 millones de dólares para la nación caribeña, reclamó a los demás Estados que ayuden a financiar la misión extranjera apoyada por Washington y la ONU para frenar a las bandas criminales haitianas.
«En este momento crítico, necesitamos más fondos. ¡Necesitamos más personal para apoyar y alcanzar los objetivos de esta misión!», dijo Blinken durante una rueda de prensa celebrada en Puerto Príncipe.
En el cuartel general de la fuerza internacional, liderada por policías kenianos, el funcionario estadounidense se reunió con responsables de seguridad haitianos e internacionales.
– Convocatoria de elecciones –
Antes se había entrevistado con el coordinador del Consejo Presidencial de Transición, Edgard Leblanc Fils, y con el primer ministro interino, Garry Conille.
Blinken dijo haber comprobado «avances reales» en el trabajo inicial de la fuerza internacional con la policía haitiana después de reunirse con el primer ministro.
«La seguridad es la base para todo lo demás, incluida la preparación de elecciones el año próximo y los servicios básicos para el pueblo haitiano», declaró.
Conille reconoció, por su parte, una situación «extremadamente compleja», pero mostró cierto optimismo. «Si nuestros socios nos apoyan y se comprometen a nuestro lado, alcanzaremos nuestros objetivos», aseguró.
Respecto a la convocatoria de comicios, Blinken celebró avances recientes de las nuevas autoridades aunque subrayó la necesidad de crear «pronto» un consejo electoral.
Edgard Leblanc Fils respondió que esperaba «presentar» dicho consejo la próxima semana, con el objetivo de celebrar elecciones en noviembre de 2025, un compromiso clave en un país cuya población no vota desde 2016.
– Policías kenianos –
La visita de Blinken tuvo lugar, según Washington, en un «momento crucial» para Haití, sacudida por una ola de violencia pandillera que ha provocado una grave crisis humanitaria.
Con unos 400 policías llegados este verano, de los 2.500 previstos en total, la misión internacional ha tardado en desplegarse, aunque «los avances realizados hasta el momento han sido bastante notables», según dijo Conille este jueves.
Washington, que no aporta tropas a la fuerza pero es su principal suministrador de fondos y equipos, quiere ahora que sus aliados aumenten las contribuciones para garantizar la financiación.
Dos meses después de la llegada de los primeros policías kenianos, los habitantes de la capital empiezan a perder la paciencia ante la falta de resultados.
«Las bandas siguen trabajando y los bandidos ni se inmutan», declaró hace poco a la AFP Watson Laurent, un mototaxista de 39 años.
La visita de Blinken coincidió además con un apagón general en Puerto Príncipe, después de que un grupo de manifestantes asaltara una central eléctrica el lunes.
La situación en Haití empeoró en febrero, cuando varias de las pandillas que controlan más del 80% de la capital se aliaron para derribar al controvertido primer ministro Ariel Henry.
En los últimos 12 meses, la violencia de esas bandas, acusadas de asesinatos, saqueos, violaciones y secuestros, provocó más de 578.000 desplazados, según la ONU.
Tras su visita en Puerto Príncipe, Blinken viajó a la República Dominicana, país vecino que mantiene complicadas relaciones con Haití.
Ahí se entrevistará el viernes con el presidente Luis Abinader, días después de que las autoridades dominicanas autorizaran a Estados Unidos a requisar un avión utilizado por el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, en el marco de sanciones estadounidenses contra Caracas.