El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, destituyó este viernes a su ministro de Derechos Humanos, Silvio Almeida, después de que este fuera señalado por varias mujeres de acoso sexual, un escándalo que sacudió a su gobierno en las últimas horas.
«Frente a las graves denuncias contra el ministro Silvio Almeida y después de convocarlo para una conversación en el Palacio de Planalto (…), el presidente Lula decidió destituir al titular de la cartera de Derechos Humanos y Ciudadanía», indicó un comunicado de la presidencia.
«El presidente considera insostenible la permanencia del ministro en el cargo considerando la naturaleza de las acusaciones», agregó la nota.
La polémica, la primera de esta índole que involucra a un miembro del gobierno de Lula desde su regreso al poder en enero de 2023, estalló la víspera cuando el sitio de noticias Metrópoles reveló que la asociación Me Too Brasil había recibido denuncias de varias mujeres, incluida la ministra de Igualdad Racial, Anielle Franco.
Me Too Brasil confirmó lo publicado y precisó que las mujeres concernidas habían «recibido apoyo psicológico y jurídico».
La policía federal anunció este viernes que investigará las denuncias, mientras que la Comisión de Ética de la Presidencia dio inicio la víspera a un procedimiento preliminar para aclarar las delaciones.
– «No puede quedarse en el gobierno» –
Antes de anunciar la destitución de Almeida, un abogado y profesor universitario de 48 años, Lula dijo que se reuniría este viernes en Brasilia con él y con Franco antes de tomar una decisión sobre la continuidad del jefe de la cartera de Derechos Humanos.
En sus primeras declaraciones sobre el tema, el mandatario de izquierda sostuvo el viernes que una persona que «practica acoso no puede quedarse en el gobierno», aunque a la vez aseguró que su administración debía garantizar la presunción de inocencia.
Su gobierno había reconocido el mismo jueves la «gravedad» de los hechos reprochados al ahora exministro y asegurado que «el asunto será tratado con el rigor y la celeridad que exigen las situaciones de posible violencia contra las mujeres», según un comunicado.
Considerado uno de los principales intelectuales de Brasil, Almeida negó las acusaciones en un video publicado en redes sociales, al calificarlas de «mentiras» y denunciando una «campaña» para «perjudicar» su «imagen de hombre negro que ocupa una posición destacada en la administración pública».
Su esposa, Edneia Carvalho, con quien tiene una hija de un año, calificó en Instagram las sospechas contra su pareja de «injustas» y «absurdas».
La ministra de Igualdad Racial, Anielle Franco, de 40 años y negra, no se pronunció hasta ahora sobre el asunto.
Anielle, a la cabeza de este nuevo ministerio creado por Lula en su tercer mandato, es la hermana de Marielle Franco, la concejal de Rio de Janeiro asesinada en 2018, en un crimen que indignó al mundo.
En junio, la policía federal recomendó la inculpación de Juscelino Filho, ministro de Comunicaciones de Lula, por corrupción y asociación criminal.
Filho clama su inocencia y hasta ahora no fue apartado del gobierno.