La ONU modificó el miércoles sus previsiones e indicó que el fenómeno meteorológico La Niña, que suele traer temperaturas más bajas, podría retrasarse y no llegar a finales de este año, como estaba previsto.
La probabilidad de que las condiciones neutrales actuales (es decir sin los fenómenos climáticos El Niño ni La Niña) den paso a un episodio de La Niña es ahora del 55% para el período de septiembre a noviembre de 2024 indicó la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En sus previsión anterior de junio, la OMM estimaba en un 60% las posibilidades de la llegada de La Niña en julio-septiembre y del 70% en agosto-noviembre.
La Niña provoca el enfriamiento de las temperaturas de la superficie del océano en el Pacífico ecuatorial central y oriental. Este fenómeno va asociado a cambios en la circulación atmosférica tropical, con vientos y precipitaciones.
Sin embargo, los efectos precisos varían según la intensidad, la duración y el período del año en el que ocurre el fenómeno, así como dónde se produce y la interacción con otros fenómenos climáticos.
Según la OMM, El Niño y La Niña, que son dos fenómenos naturales, «están ahora ocurriendo en el contexto del cambio climático inducido por el hombre», que está aumentando las temperaturas y provocando condiciones climáticas extremas.