Kamala Harris alertó este miércoles a los latinos de las «deportaciones masivas» prometidas por Donald Trump, aupada por una encuesta favorable en tres estados clave para las elecciones de noviembre.
«Mientras luchamos para llevar a nuestra nación hacia un futuro más luminoso, Donald Trump y sus aliados extremistas seguirán tratando de hacernos retroceder», dijo en la conferencia del Instituto del Caucus Hispano del Congreso (CHCI) en Washington.
«Todos recordamos lo que hicieron para separar a las familias», soltó la vicepresidenta y candidata demócrata a las elecciones del 5 de noviembre ante una audiencia entusiasta que la interrumpió varias veces con aplausos.
Bajo la política de «tolerancia cero» aplicada por Trump de 2017 a enero de 2021, miles de niños fueron separados de sus familias para desalentar la masiva llegada de migrantes, en aquel entonces procedentes sobre todo de Centroamérica. Muchos de ellos ya fueron reunidos durante su mandato y otros durante el de su sucesor demócrata Joe Biden.
«Ahora han prometido llevar a cabo la deportación más grande, una deportación masiva en la historia estadounidense», advirtió Kamala Harris.
– «¿Redadas masivas?» –
«¿Redadas masivas?, ¿campos de detención masivos? ¿De qué están hablando?», preguntó Harris. Y defendió un enfoque diametralmente opuesto: crear un camino «hacia la ciudadanía» para millones de migrantes y garantizar la seguridad en la frontera con México.
«Podemos hacer ambas cosas y debemos hacer ambas», sostuvo.
Durante unos 20 minutos Harris, de 59 años, desglosó algunas medidas de su programa económico, el tema que más interesa a los latinos, según las encuestas.
Prometió combatir la subida de precios de las empresas grandes, favorecer el acceso a la vivienda, por ejemplo con ayudas para la primera adquisición, y ampliar el crédito fiscal por hijo. Unas iniciativas destinadas a la clase trabajadora y a la media.
Abordó asimismo el derecho al aborto, uno de los ejes de su campaña. Aseguró que el 40% de las latinas de Estados Unidos viven en un estado con restricciones o prohibiciones del aborto y que ella «como presidenta» firmaría «con orgullo» una «ley para restaurar las libertades reproductivas».
Cuando faltan siete semanas para los comicios Harris intenta movilizar al electorado sobre todo en siete estados bisagra que deciden los resultados electorales en un país donde el presidente es elegido por sufragio indirecto.
– Ventaja en sondeos –
Este miércoles la vicepresidenta recibió una buena y una mala noticia.
La buena se la dio una encuesta de la Universidad de Quinnipiac, en la que aventaja a Trump en tres de estos estados: por al menos cinco puntos en Pensilvania y Michigan, y por muy poco en Wisconsin.
El candidato que falle en estos tres Estados perdería prácticamente la posibilidad de ser elegido a nivel nacional. Donald Trump lo consiguió en 2016 y Joe Biden en 2020.
La mala llegó de la mano del poderoso sindicato de camioneros Teamsters que, rompiendo con un cuarto de siglo de apoyo a los demócratas, evitó apoyar a Harris o a Trump.
Dos encuestas publicadas el miércoles por el sindicato muestran que la base es favorable al conservador.
Más de 36 millones de latinos podrán votar en noviembre, es decir casi el 15% del electorado, según un estudio del Pew Research Center, pero únicamente la mitad suele acudir a las urnas.
Son muy influyentes en otros dos estados bisagra: Arizona, donde constituyen el 25% del padrón electoral y Nevada (22%).
Durante los últimos días la demócrata ha multiplicado sus mensajes para la comunidad latina, con entrevistas y actos enfocados a los jóvenes.
La mayoría de los latinos vota por los demócratas en las elecciones presidenciales pero los republicanos han ganado terreno en los últimos años.
Trump, de 78 años, dará un mitin en una localidad del estado de Nueva York, tres días después de un presunto segundo intento de asesinato contra él en Florida (sur).
Horas antes acusó a la Reserva Federal estadounidense (Fed) de estar politizada.
El recorte de tasas anunciada por la Fed demuestra que la economía «está muy mal o que están haciendo política», afirmó.