El presidente estadounidense Joe Biden advirtió el martes del peligro de una «guerra a gran escala» en Líbano, un país que «está al borde del abismo» según advirtió el jefe de la ONU, en la apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas.
«Una guerra a gran escala no beneficia a nadie. Aunque la situación se ha agravado, todavía es posible una solución diplomática», afirmó Biden en la sede de la ONU en Nueva York.
En su último discurso como presidente de Estados Unidos ante este foro, Biden instó además a alcanzar un alto el fuego en Gaza, que «traerá de vuelta a casa a los rehenes y garantizará la seguridad de Israel y Gaza libre del control de Hamás, aliviará el sufrimiento en Gaza y pondrá fin a esta guerra».
La advertencia de Biden llegó momentos después de que el secretario general Naciones Unidos, Antonio Guterres, alertase que «el pueblo libanés, el pueblo israelí y los pueblos del mundo no pueden permitir que Líbano se convierta en otra Gaza».
«Gaza es una pesadilla permanente que amenaza con arrastrar a toda la región en el caos, empezando por Líbano», dijo Guterres ante los mandatarios y representantes de los 193 países de la ONU, pidiendo una movilización «para un alto el fuego inmediato y la liberación incondicional de todos los rehenes» israelíes en manos de Hamás.
«Todos deberíamos estar alarmados por esta escalada», dijo Guterres que también denunció el «deleznable» ataque del 7 de octubre del movimiento islamista Hamás en suelo israelí, pero, dijo, «nada puede justificar el castigo colectivo» que está sufriendo el pueblo palestino a manos de Israel.
En un discurso interrumpido en varias ocasiones por los aplausos, Guterres advirtió que el estado del mundo es «insostenible». «No podemos seguir así», dijo.
Casi un año después del estallido de la guerra en Gaza, el conflicto amenaza con propagarse a la región. Los bombardeos israelíes contra el Hezbolá libanés, apoyado por Irán, dejaron el lunes cerca de 500 muertos, en el día más mortífero en cerca de un año de escaramuzas entre Israel y el grupo chiíta.
En un discurso luego de Guterres y Biden, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan acusó a Israel de «arrastrar a toda la región a la guerra». El lunes, el nuevo presidente iraní Masud Pezeshkian había acusado a los israelíes de querer «ampliar» el conflicto en Oriente Medio.
– Lula y América Latina –
Los numerosos conflictos que asolan el mundo, no solo la Franja de Gaza y Líbano, sino también Ucrania y Sudán, amenazan con eclipsar otras preocupaciones como el cambio climático, los riesgos de la inteligencia artificial o el desarrollo económico, así como la propia capacidad de la ONU para afrontar los retos actuales y futuros.
Primer mandatario latinoamericano en hablar ante la Asamblea General de la ONU, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que es «inaceptable» que América Latina y África no tengan un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
«La exclusión de América Latina y África de puestos permanentes en el Consejo de Seguridad es un eco inaceptable de las prácticas de dominación del pasado colonial», denunció Lula, quien recordó que «estamos llegando al final del primer cuarto del siglo XXI con las Naciones Unidas cada vez más vaciadas y paralizadas».
Es hora de «restituir a la organización las prerrogativas inherentes a su condición de foro universal», y dotarla con los medios necesarios para «enfrentar los cambios vertiginosos del panorama internacional», dijo.
Lula dio la bienvenida al inicio de su discurso a la delegación palestina, en medio de los aplausos.
– «Cortejo de miserias humanas» –
Por su parte, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski subirá al atril el miércoles, pero este martes participará en una reunión del Consejo de Seguridad para abordar el conflicto de Ucrania.
«La paz está siendo atacada por todas partes», advirtió el secretario Guterres, quien pide que se ponga fin «al cortejo de miserias humanas».
Además de Lula y varios homólogos sudamericanos, por la tribuna de la imponente sala de la Asamblea General desfilarán el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, o el indio Narendra Modi.
La crisis que vive Venezuela tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, cuya victoria se adjudicó Nicolás Maduro en medio de las denuncias de fraude de la oposición, o los riesgos de la desinformación para las democracias -discusión promovida por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y Lula- sacarán momentáneamente los focos de los conflictos bélicos.
Del más de centenar de jefes de Estado y de Gobierno que desfilará por la tribuna, muchos ya han hablado en la «Cumbre del Futuro», que en los últimos dos días abordó los desafíos más importantes que enfrenta la humanidad.